En un emotivo acto celebrado en la Ex Hacienda de Chinameca, municipio de Ayala, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, encabezaron la ceremonia conmemorativa del 106 aniversario luctuoso del general Emiliano Zapata Salazar. El evento, que rindió homenaje al “Caudillo del Sur”, estuvo dedicado especialmente a reconocer los derechos agrarios de las mujeres ejidatarias de Morelos y del país.
Como parte del acto, se entregaron títulos y constancias de propiedad a integrantes de la Red de Mujeres Agraristas, en un paso histórico para dignificar el papel de la mujer en el campo mexicano. Previamente, ambas mandatarias colocaron una ofrenda floral y montaron guardia de honor en el acceso principal del Museo del Agrarismo, ubicado en el mismo sitio donde Zapata fue asesinado el 10 de abril de 1919.
En su mensaje, la gobernadora Margarita González Saravia destacó que el campo es una prioridad en su gobierno, señalando que en Morelos más de 86 mil productores y productoras cultivan la tierra en 232 ejidos y comunidades, abarcando unas 190 mil hectáreas. Resaltó la importancia de productos locales como el nopal, el aguacate, el jitomate, el arroz y las plantas de ornato, los cuales ya tienen presencia nacional e internacional.
“Nos sumamos a todas las acciones que realiza nuestra presidenta en favor de los campesinos, como el programa Cosecha Soberanía Alimentaria”, afirmó la mandataria estatal, reiterando su compromiso con el legado zapatista.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum enfatizó que históricamente se ha negado a las mujeres el derecho a ser propietarias de la tierra, y que su gobierno busca cambiar esta realidad. “Queremos que cada vez más mujeres sean reconocidas como dueñas legítimas de sus parcelas, porque ellas también han sostenido el campo mexicano”, expresó.
Sheinbaum también reconoció el trabajo de Margarita González Saravia, a quien calificó como “la mejor gobernadora en la historia de Morelos”, destacando su honestidad, cercanía con el pueblo y compromiso con el desarrollo rural.
Durante la ceremonia estuvieron presentes Manuel Manriquez Zapata, nieto de Emiliano Zapata; miembros de los gabinetes federal y estatal; así como autoridades municipales de la región oriente y sur de la entidad.
El evento no solo conmemoró a uno de los máximos líderes de la Revolución Mexicana, sino que también fue una jornada de justicia social para cientos de mujeres campesinas que hoy ven reconocida su labor y su derecho legítimo a la tierra.

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