Con la presentación de ayer, la gobernadora electa de Morelos cuenta ya con el equipo inicial de gobierno para asumir formalmente sus funciones a partir del primero de octubre, aunque, en la práctica ya se la ve como gobernadora, como una mujer que rápidamente llenó el vacío provocado por la saliente administración.
En la mayor parte de las oficinas de gobierno, salvo en las áreas que por sus funciones están obligados a dar atención al público y a quienes preocupa la documentación y comprobación de egresos, han pasado un mes mayormente de ver correr el tiempo. Y ya ni se diga de lo que serán los últimos días.
Incluidos los presentados hace veinticuatro horas, la recepción en la opinión pública ha sido favorable y hasta aplaudida. Margarita González Saravia tuvo el acierto de cuidar no solo la selección, sino también la forma de presentación de cada uno de ellos.
Sin menospreciar los méritos, la experiencia y la trayectoria del resto destacan algunos casos: Javier García Chávez, Juan Salgado Brito, Edgar Antonio Maldonado Ceballos, Margarita Estrada Serrano, Alejandra Flores Espinosa, Mario Caballero Luna, Leandro Vique Salazar, Daniel Altafi Valladares y Víctor Sánchez Trujillo, como ejemplos, fueron nombres que estuvieron barajándose. Bien recibidos, tendrán funciones y retos que requerirán de toda su capacidad y sensibilidad. Por todo lo que sabemos de ellos, así como por su arraigo y amor a Morelos, tenemos mucha confianza en que podrán lograrlo.
La apuesta de la primera mujer que será gobernadora de Morelos por un mando civil, a cargo de la seguridad pública y la protección ciudadana, con amplia experiencia en prevención del delito e inteligencia, al tiempo de decir adiós y sin mucho que agradecer a los marinos que ya se van, resulta sensata y congruente con la conformación del gabinete de Claudia Sheinbaum, quien, a su vez, tendrá a un civil a cargo de la Secretaría del ramo.
Miguel Ángel Urrutia Lozano llega con credenciales que permiten pensar que podrían, mediante la estrategia de la coordinación interinstitucional, reducirse los indicadores de violencia, combatir en forma efectiva a las células del crimen organizado y fortalecer el trabajo de las corporaciones policíacas. De él se espera mucha proactividad y resultados, sin que deje de considerarse que el reto es mayúsculo, pues le dejan todo un desastre, que no será fácil, pero sí es posible de corregir.
Finalmente, ya estamos a poco más de quince días para que inicie una nueva etapa en Morelos. Los fuereños están haciendo maletas y los de aquí mudanza. Aunque digan que se van contentos, al no haber estado dispuestos a entregar toda -pero toda- la información a sus pares entrantes, salta más la duda sobre hasta dónde podrán llegar los resultados de las auditorías que por ley deberán practicarse.
De nuestra parte, por el momento, no nos resta más que felicitar a Margarita González Saravia por estos nombramientos, contribuir con lo que esté a nuestro alcance para el bien de Morelos y cumplir con nuestra función de reconocer lo que deba reconocerse, pero también señalar aquello que deba señalarse.
Y para iniciados:
Solitos se evidenciaron entre Andrés Manuel y Adán Augusto. Uno afirma que el responsable de las negociaciones con los Yunes fue el otro. Y el otro, a los pocos minutos, lo negó. Dijo que ni siquiera había hablado con ellos. Esa es solamente una de las contradicciones en que han caído en este proceso de reforma constitucional, encaminada a la sustitución de jueces, magistrados y ministros. Ante ello, AMLO justificó, tal como se puede desprender de los consejos de Maquiavelo, que: en política hay que buscar el equilibrio entre los principios y la eficacia. Vaya enseñanza que está dejando a sus herederos políticos, porque entonces, como los principios, para el patriarca son negociables, ya nos podemos esperar todo de ellos.
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