PERSPECTIVA, por Marcos Pineda Godoy.

Recuerdo muy bien la elección de presidente de la República de 2012, año en el que Consulting & Research Estadística Aplicada cumplía sus primeros cuatro años de existencia y ya había pasado la prueba de fuego de las elecciones intermedias de 2009 y otras elecciones en algunas entidades de la República, donde se efectuaron procesos electorales, como el Estado de México y Veracruz, lugares en donde comenzamos nuestra labor de darnos a conocer.

Antes de llegar a la elección para el relevo de Felipe Calderón, siendo de nuevo el principal candidato opositor, Andrés Manuel López Obrador, tras la cuestionada derrota que sufrió en el 2006, ya habíamos hecho estudios de opinión sobre muy variados temas de coyuntura, productos y servicios. Desde los estrictamente comerciales, como jabones, cervezas, pañales, hilos, cosméticos y hasta otros muy especializados sobre la calidad de los servicios educativos en instituciones privadas o el movimiento magisterial en Morelos, que cimbró al gobierno de Marco Adame, por ejemplo.

Con mucho esfuerzo y sacrificio, pudimos consolidar un equipo, mayormente de jóvenes, mujeres y hombres, estudiantes universitarios, principalmente morelenses, que fueron capacitados y entrenados, en las técnicas para el correcto levantamiento de entrevistas. Guardamos una enorme gratitud a todas y todos ellos, y en particular a Carlos Hernández Adán, rector de la Universidad Loyola de América, por habernos permitido invitar a su alumnado a participar en nuestro proyecto. Para muchos de ellos fue su primera incursión en el mercado laboral y un reto para cumplir los objetivos de calidad y eficiencia, que forman parte de nuestra filosofía empresarial.

Hasta 2012, todo parecía miel sobre hojuelas, no sin las inconformidades, claro, que siempre expresan quienes no salen como quisieran en las mediciones electorales. Algunos de ellos, hasta guardan rencores. Pero eso ya es su asunto y su problema. A sus exabruptos, nos acostumbramos muy pronto. Nuestro trabajo es técnico y científico, nos contratamos para dar un servicio profesional y especializado, no para hacer complacencias.

Para esa elección, veníamos de haber tenido una interesante y productiva experiencia. Habíamos llevado a cabo las encuestas de evaluación de Enrique Peña Nieto, durante sus dos últimos años como gobernador, mismas que presentamos mensualmente en el principal noticiero de la televisión local, que conducía el prestigiado periodista, Gustavo Lomelín. Nos constaban los números que traía consigo Peña, de manera que no fue ninguna sorpresa para nosotros que ganara las elecciones.

Pero en el 2012 vivimos algunas experiencias, tan interesantes como fuertes. Un par de las más significativas fueron: Dar a conocer el cálculo de la rentabilidad electoral de los aspirantes a la candidatura a gobernador por el PRI, que estaba sumamente disputada, y cuyos puntos negativos que cargaba el entonces presidente municipal de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, lo llevaron a que me llamara por teléfono, luego de dos años de no haber recibido mis llamadas, y que, entre otros factores, le impidieron lograr la nominación.

El otro, y más relevante todavía, fue que, a pocas semanas del día de la elección, el PRI presentó encuestas de empresas prestigiadas que ponían en primer lugar, con alrededor de diez puntos de ventaja a su candidato, Amado Orihuela Trejo. Nosotros, que no estábamos contratados por ningún candidato ni ningún partido, presentamos la nuestra en una rueda de prensa, en el centro de Cuernavaca, con resultados totalmente contrarios. A nosotros nos salía una ventaja, de alrededor de 10 puntos, pero para Graco Ramírez. Y usted ya sabe quién ganó y gobernó.

De ninguna manera debe interpretarse esto como que hayamos podido predecir el resultado de la elección. Simplemente, publicamos la ventaja que en ese momento llevaba el perredista. Nosotros no hacemos pronósticos, sino fotografías estadísticas del momento, que como mucho pueden servir para formular posibles escenarios. Y esto nos lleva a la parte final de esta colaboración. 

Y para iniciados:

La guerra de las encuestas no es inédita, cada elección surge de nuevo. Pero lo que sí es preocupante es que las diferencias entre unos y otros resultados en este proceso electoral se antojan, a veces un tanto difíciles de creer y otras hasta absurdas. Hemos consultado con varios colegas de otras empresas, algunos nos han respondido y otros no, sobre si en verdad ellos han llevado a cabo esos estudios. Lo cierto, es que quienes sí han reconocido haber hecho esas mediciones cada vez más se acercan a los números que hemos presentado en Irradia Morelos. Ojalá que candidatos y partidos terminen de una vez por comprender que las encuestas son instrumentos para la toma de decisiones, que no influyen en el ánimo del electorado al que buscan convencer. Y ya ni hablemos de esas supuestas encuestadoras que nacen al calor de las contiendas y perecen llegado el día de la jornada electoral. Yo sé que usted no se dejará llevar por ninguna encuesta fantástica, sino se formará su propia opinión.

La información es PODER!!!

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