El día de ayer se vivió una intensa jornada en materia electoral. Por todo el estado arrancaron las campañas que completan la más grande de las elecciones en Morelos y México. Hubo todo tipo de actividades. Desde modestas reuniones y ruedas de prensa hasta concentraciones multitudinarias. Lo más relevante es que hubo sorpresas.
Como lo habíamos anticipado, en municipios y distritos habrá más candidatas y candidatos abanderados por los partidos políticos que no van en las coaliciones estatales. Y esto generará una distribución del voto popular que podría derivar en triunfos de diferentes partidos políticos, según las características y cualidades de sus candidatos, en cada caso en lo particular. Si bien todas las elecciones tienen su importancia específica, tras la elección de gobernador, la joya de la corona es Cuernavaca. De entrada, es la capital de la entidad. Enseguida, es una caja de resonancia natural. Lo que suceda en la política de la Ciudad de la Eterna Primavera tendrá ciertos efectos, para bien y para mal, en el resto del estado, pues quien inicie bien en Cuernavaca, inicia bien en Morelos. Y dice el refrán popular que quien pega primero, pega dos veces. Y ahí es donde vienen las sorpresas que vimos.
Una primera sorpresa fue que la candidata de Morena, Alejandra Flores Espinoza, representando a un partido del que se esperaba una fuerte movilización, una demostración de músculo, enviando el mensaje de inicio de ser capaz de enfrentar al candidato de la alianza formada por el PAN, el PRI, el PRD y RSP, prefirió ofrecer una rueda de prensa a la que convocaron a su planilla, los otros candidatos de la demarcación y a sus correspondientes equipos de trabajo, centrándose en destacar la unidad de los morenistas. Hasta Ulises Bravo Molina, el hermano del gobernador con licencia, Cuauhtémoc Blanco Bravo, estuvo en primera fila y acompañando en todo momento a Ale Flores.
José Luis Urióstegui Salgado, postulado por cuatro partidos políticos, también sorprendió, pero en sentido adverso. Si la idea era un acto multitudinario, la convocatoria de cuatro fuerzas políticas debió haber sido mucho mayor. Eso revela que el potencial de los partidos que lo acompañan es ciertamente limitado, al menos para la movilización en la capital. Además, la presencia de Lucy Meza, en medio de la polémica que se ha desatado en estos días y que por primera vez la candidata opositora pidiera el voto para Xóchitl Gálvez, restó reflectores al alcalde con licencia.
La sorpresa mayor la dio el Verde, con su candidato Joaquín Carpintero Salazar. Fue buena decisión comenzar la campaña en Ocotepec, pues los asistentes, alrededor de 1,500, no tuvieron que coincidir a la misma hora, cinco de la tarde, con los cientos de personas que acudieron a la explanada del Palacio de Cortés. Carpintero y el Verde, sin apoyo de otros partidos, lograron una plaza abarrotada y festiva. La presencia de mujeres, familias completas, los chinelos y hasta el improvisado baile dieron un toque de algarabía popular, que no se esperaba del partido ecologista.
Movimiento Ciudadano y el PT hicieron su esfuerzo, pero quedaron por debajo de las expectativas como para competir con las fuerzas mayoritarias. El arranque de las campañas en Cuernavaca puso en la palestra de la competencia a tres opciones: Una que representa a la oposición gobernante, Urióstegui. La morenista, con Flores. Y otra que también es 4T y lopezobradorista pero que va por su cuenta, con Carpintero.
Y para iniciados:
La guerra sucia sigue a todo lo que da en las redes sociales. Los llamados a la civilidad por parte de los equipos oficialistas y opositores parecen gritos en el desierto. La intromisión de funcionarios públicos no cede, ni tampoco la violencia en sus diferentes formas. Una vez arrancadas todas las campañas, los ciudadanos deberían tomar las riendas, informarse, incidir. Finalmente, ser los electores quienes decidan el dos de junio y no las cúpulas políticas.
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