Ya hoy todas las campañas han comenzado formalmente. En menos de un mes y medio los electores tendrán la posibilidad de elegir a quienes prefieran para ocupar los cargos de elección popular. Y si bien hay diferentes alianzas que concentrarán el voto hacia determinadas personas, también hay un total de doce partidos políticos, siete con registro nacional y cinco con patente local, que disputarán los sufragios entre ellos.
Los llamados partidos grandes apoyan sus postulaciones a la presidencia y a las gubernaturas. Son su prioridad, pero también tienen que competir por los votos para sí mismos, con los que aseguran las prerrogativas y las posiciones plurinominales. En el caso de los partidos pequeños, están obligados a superar el tres por ciento en todos los tipos de elecciones a las que se presentan para subsistir y jugarse la asignación de alguna plurinominal.
El reto, entonces, es monumental para varios partidos, incluso con el riesgo de perder su registro local. Siendo doce los partidos en Morelos, llevando en muchos municipios y distritos a sus propios candidatos, sin coalición de por medio, queda clara la expectativa de un voto atomizado, repartido entre las diferentes opciones en la boleta electoral.
Podrán apoyar a sus candidatas a la presidencia y la gubernatura, pero estarán enfrentados en lo demás, no precisamente por triunfos determinados, sino por los votos que necesitan en lo particular. Y también se puede prever que habrá institutos políticos que, aunque, en la lejana hipótesis de que todos superen el umbral del tres por ciento, de todas formas, no tendrán representación en el Congreso ni en los cabildos.
Son muchos los partidos y pocos los espacios. Simplemente, para el reparto de las diputaciones plurinominales, a las que técnicamente se denomina “de representación proporcional”, ya que dependen de la cantidad de votos que hayan obtenido cada uno de ellos, pues habrá al menos cuatro partidos que no tendrán representación en el Congreso, aunque tuvieran tres o cuatro por ciento de la votación efectiva.
Son ocho diputaciones plurinominales y doce los partidos que las buscan. Con todo y que líderes y candidatos se muestren muy confiados y seguros, la realidad es que a varios de ellos va a costar mucho que puedan conservar sus registros. De las plurinominales y regidurías ya ni hablemos. Son como una especie de sueño inalcanzable, no obstante que vayan en la primera fórmula de los listados, porque además de votos, los criterios para el reparto como asignaciones de género y grupos vulnerables, pueden hacer que no obtengan los ansiados cargos.
El llamado al voto en cascada que hace Morena, es decir, que los electores voten por Morena en todas las papeletas se va a topar con la resistencia de sus partidos aliados, quienes promoverán el voto por su marca, no por Morena. De ello, resultará la atomización del voto en las elecciones locales y la consecuencia de contar nuevamente con un Congreso en el que ningún partido tenga la mayoría con la que idealmente quisieran contar.
Hoy ya todos van a la contienda abierta y, muy pronto, el dos de junio por la noche, habrá quienes estén festejando y otros que se truenen los dedos al ver que los números no dan ni siquiera para conservar su registro.
Y para iniciados:
Anticipamos hace unos meses que los reacomodos, luego de que Morena y el Frente opositor decidieran sus candidaturas, abrirían la posibilidad de llevar cartas fuertes a los partidos pequeños. Tres de estos partidos están destacando ya desde los mismos registros de sus candidatas y candidatos- El Verde, Nueva Alianza y el PT podrían dar sorpresas a propios y extraños. Llevan ciertas candidaturas que sonarán fuerte en los próximos días.
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