PERSPECTIVA, por Marcos Pineda Godoy

Lucía Meza Guzmán, la aspirante a la gubernatura por el bloque opositor, denominado “Dignidad y Justicia por Morelos, Vamos Todos”, ha hablado fuerte y duro fustigando al gobierno que encabeza Cuauhtémoc Blanco Bravo, teniendo claro que la mayor parte de los votos que pudiera obtener en la jornada electoral del próximo 2 de junio podrían provenir del voto de castigo a la administración del exfutbolista, que se ha destacado con las peores evaluaciones entre todos los del país.

Esa es una ruta no sólo lógica, sino obligada desde una posición opositora. Sin embargo, tanto sus baterías discursivas como las de los dirigentes de los partidos políticos que conforman esta alianza electoral -PAN, PRI, PRD y RSP- han sido mediáticas, de posicionamientos públicos en ruedas de prensa, pero no han pasado a la presentación de denuncias formales ante las autoridades que correspondan, para indagar y sancionar al gobernador, por los actos ilegales que presumen ha cometido a lo largo de poco más de cinco años en el Poder Ejecutivo estatal.

No es de extrañarse que ni contra el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ni contra la candidata del partido oficial, Claudia Sheinbaum Pardo, haya habido ni una sola palabra, hasta el día de hoy, lo que podría tener dos interpretaciones básicas: unos quisieran ver eso como el cuidado para no desatar la furia del dragón presidencial, que de por sí ya la tiene en la mira, mientras otros quisieran ver a la candidata como un posible plan B para la continuidad del proyecto transformador, vestida de posición, pero todavía con un pie dentro del oficialismo, por lo que es indispensable mantener en todo lo posible una buena relación con quienes consideran seguirán en el poder, pasadas las elecciones.

Por su parte, Margarita González Saravia, quien será postulada por la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, formada por Morena y sus partidos aliados, hasta el momento ha sido muy cuidadosa en sus declaraciones públicas y en sus comentarios en lo privado. Hasta este momento no se ha lanzado contra su adversaria, como tampoco lo ha hecho Lucy en contra de Margarita. Sus equipos de campaña y sus seguidores son harina de otro costal, tanto que la guerra sucia en redes sociales parece estar ya fuera de todo control. Y como las redes sociales ajenas a los candidatos no están reguladas, no hay motivos para pensar que las llamadas “campañas negras” vayan a terminar, todo lo contrario.

Pero, ayer, ya escalando a nivel nacional, el diputado federal y representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral, anunció que solicitarán formalmente que se inicie una investigación exhaustiva para dar con los responsables de las campañas sucias contra Margarita González Saravia, así como del financiamiento de lo que presumen sería la inyección de más de 34 millones de pesos, tanto en redes sociales como en diversas publicaciones, unas a favor de Lucy y otras en contra de Margarita, que incluiría, incluso, a la Unidad de Inteligencia Financiera, de la Secretaría de Hacienda, tratando de llegar hasta las últimas consecuencias.

Hasta aquí y hasta hoy, por uno y otro lado, no parecen más que posicionamientos de campaña. Nada raro ni extraño en realidad, simplemente enfrentamientos mediáticos. Sería de esperarse que los opositores dieran como respuesta mediática acusaciones similares. Lo que podría marcar la diferencia es si de verdad se presentan denuncias, se investiga y se procede a sancionar a quienes hayan cometido actos ilegales. Y muy pronto veremos si eso llega a suceder.

Y para iniciados:
Dos rumores mueven las aguas de la política local. Por un lado, crece la preocupación al interior de Morena, porque ya hay quienes dan por hecho que se incluiría a Ulises Bravo Molina en la primera posición plurinominal, como diputado local, lo que representaría otra carga adicional de negativos
al proyecto transformador. Y, por otro lado, que finalmente el Verde tendría que dejar por completo la alianza oficialista, y llevaría a una candidata, sí, a una mujer, que vendría a mover las piezas del ajedrez electoral. Los registros ante los órganos electorales para la gubernatura del estado serán del primero al siete de marzo y para los demás cargos del ocho al quince. Ya falta poco para salir de dudas.
La información es PODER!!!

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