PERSPECTIVA, por Marcos Pineda.

En todo el país se están produciendo ya las desbandadas de un lado para otro entre los partidos políticos. Los motivos son los de siempre: no obtuvieron las postulaciones ni los acuerdos para ocupar cargos públicos o posiciones partidarias. Aunque el discurso será también siempre el mismo, ensalzando conceptos como dignidad, democracia y justicia. Las desbandadas se llevan a cabo de diferentes maneras, unas se conducen con estrategia y planificación, mientras otras provienen de la desesperación y el agotamiento de expectativas.

Nunca, eso sí, los líderes que presumen llevarse a miles y miles de personas lo consiguen del todo y, a veces, lo logran solamente en una pequeña proporción, pues los electores que en origen se sumaron a un partido político, no tan fácilmente son convencidos de irse a otro partido o grupo político. Mucho tiene que ver la forma en que los líderes presenten a sus seguidores la decisión de su partida. Si fue anunciada como una decisión tomada o si se lleva a cabo un proceso democrático, de consulta, para tomar la decisión. Si es una invitación o si es también una imposición al estilo de esas que argumentan rechazar. Tenemos históricamente pocos antecedentes de liderazgos sólidos que alcanzaron el objetivo de darle la vuelta a las circunstancias. Ricardo Monreal es uno de ellos, cuando decidió dejar al PRI por habérsele negado la candidatura al gobierno de Zacatecas en 1998. Tuvo éxito, ganó la contienda no nada más porque efectivamente buena parte de los entonces priistas se sumaron con él al PRD, sino porque su liderazgo estatal era sólido y el hartazgo de los zacatecanos contra el régimen priista ya había escalado a niveles insostenibles.

En nuestros días, desde que el presidente de la República dio por inaugurada en la práctica la temporada electoral, desde inicios del año pasado, a lo que muchos llamamos “la sucesión adelantada”, sentenció que los que quisieran irse, pues que lo hicieran de una vez. Por supuesto, eso no iba a suceder de inmediato, pero ya sucede y seguirá sucediendo.

Andrés Manuel López Obrador y Morena confían en que la marca partidaria y la popularidad del presidente serán suficientes para mantener las preferencias electorales a favor, primero de su candidata a la presidencia y, luego, a sus candidatos al Congreso y las gubernaturas. Caso aparte son los Congresos locales y los Ayuntamientos.

Las desbandadas suelen ser escandalosas de por sí. Y no dejan de ser un arma de doble filo para quienes las promueven y operan. Sin embargo, cuando el tono de la salida es beligerante, conflictivo, pueden hasta asustar y ahuyentar, antes que sumar y consolidar. Nadie quiere ir a la guerra si no tiene motivos para ello, si es llevado por terceros, guiados por intereses ajenos.

De cualquier forma, estamos ante la reconfiguración de las fuerzas electorales rumbo al proceso que culminará con las elecciones del 2 de junio y los resultados de las impugnaciones a que haya lugar. Al interior del joven partido Morena, ya saben de estos casos, pues provienen de grupos y corrientes que han vivido las luchas intestinas desde mucho antes que fueran gobierno.

Ya veremos en las siguientes encuestas serias si esas desbandadas tuvieron efectos sensibles o si fueron solamente, llamarada de petate.

Y para iniciados:
Comenzaron mal el año en la Secretaría de Movilidad y Trasporte del Estado de Morelos y, por supuesto, en la Hacienda local. A unos pocos días de iniciado el ejercicio fiscal 2024, puesto que todavía no es ni febrero, ya se acabaron las placas, los engomados, las licencias… en fin. Tome sus previsiones si tiene necesidad de llevar a cabo este tipo de trámites por si usted viaja en auto o simplemente le toca hacer renovaciones. Ahí la lleva este gobierno, ¿verdad?

La información es PODER!!!

Artículos Relacionados

Deja un comentario