Cuando hice la primera revisión y análisis de las convocatorias de Morena para la designación de sus coordinadores estatales, intuí que, dadas las fechas especificadas para cada etapa, las designaciones serían hechas por ahí de la segunda semana de noviembre, puesto que se establecía el día de hoy, 30 de octubre, como fecha límite para publicar las solicitudes de registros aprobadas, así como la publicación obligatoria de las notificaciones relacionadas con las convocatorias en la página Web oficial de Morena.
Como posiblemente todos los que hayan seguido con detalle el proceso morenista, me sorprendió la manera en que la Comisión Nacional de Elecciones, en voz del líder nacional, Mario Delgado Carrillo, fueron adelantando los tiempos lo más posible, al grado de haber anunciado para hoy la presentación de los resultados de las encuestas a los finalistas, entidad por entidad. También me sorprendió que ninguna de las notificaciones haya sido publicada en la página Web de Morena, salvo un par de resoluciones referentes, una, al estado de puebla y, otra, a la forma en que habrían de votar los consejos estatales.
El viernes por la tarde, de nuevo sin que hasta el momento se haya publicado nada en el órgano digital oficial de ese partido, Delgado Carrillo, anunció a través de las redes sociales, sin mayor explicación, que se había tomado la decisión de posponer hasta el 10 de noviembre los resultados de las encuestas. Cierto que el transitorio segundo otorga la facultad a Mario Delgado de ajustar o modificar cuanto le venga en gana, pero en el fondo eso no hace legalmente menos impugnable el proceso.
Al margen de la explicación que puedan dar hoy o después, si es que la dan, porque igual se suma a la serie de opacidades y triquiñuelas que ya sabemos, sobre si fue para atender primero la emergencia por el huracán “Otis”, o cualquiera otra, se sumó pocas horas más tarde la publicación, esa sí en la página Web de Morena, de las convocatorias para la selección de candidaturas al Senado y la Cámara de Diputados, que dejan abiertas más dudas y posibilidades de impugnación.
De entrada, las convocatorias únicamente van dirigidas a los 23 estados de la República que no tendrán elección de gobernador en el 2024. No contempla ni a Morelos ni a ninguna de las otras ocho entidades donde sí habrá renovación del ejecutivo local. Así que a los locales: calma, todavía no es tiempo. Luego, tal como se consideró en las convocatorias que sí se emitieron, estarán impedidos para participar quienes hayan sido candidatos en las pasadas elecciones federales o locales por otro partido político, sin que haya mediado convenio de coalición o candidatura común, pues en las de los nueve estados restantes se esperaría que esta BASE CUARTA se repita, por lo que quedarían fuera todas y todos quienes se hayan postulado por el Partido Encuentro Solidario o por cualquiera otro, incluidos los partidos con registro local, aunque ya hayan desaparecido.
Por lo demás, las convocatorias se parecen mucho entre sí. Serán por encuestas para mayoría relativa y tómbola para representación proporcional. Por sorteo para los militantes que quieran ser plurinominales y un 33% de externos que ocuparán la tercera fórmula de cada tres lugares. Y a eso agregue usted la obligatoriedad de cumplir con la distribución por género.
Sobre el tema de la tómbola abundaré en otra ocasión, pues si ya había queja de que llegaban a esas posiciones personajes sin méritos, ahora imagine usted. Por lo pronto, Morena sigue abriendo muchos frentes para vivir procesos internos susceptibles de múltiples impugnaciones. Todavía no hay ni campañas y el proceso electoral ya fue judicializado, comenzando por el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y para iniciados:
Una vez que sean publicadas las restantes nueve convocatorias, si la BASE CUARTA se mantiene como está, y se ve difícil que se elimine porque es una forma eficiente para cerrar el paso a los advenedizos, las aspiraciones de personajes, por ejemplo, como Ulises Bravo Molina, Hugo Éric Flores Cervantes, Agustín Alonso Gutiérrez, así como todas y todos aquellos que fueron postulados por otros partidos, se vendrían abajo, y no tendrán más opción que candidatearse por su cuenta, fuera de la alianza con Morena. ¿Se imagina usted la cantidad de suspirantes que quedarían fuera si la cláusula se aplica también a las elecciones de diputados locales y ayuntamientos?
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