Los reproches que se han hecho a los políticos a lo largo de la historia, es cierto que no sólo de México, sino del mundo entero, para nada algún tipo de consuelo, se pueden resumir en que la inmensa mayoría han pasado a la historia como demagogos, mentirosos, traidores, ambiciosos y corruptos. Sean de la ideología que fueren.
Desde los faraones egipcios, venerados cuales dioses vivientes, hasta los dictadores latinoamericanos cuyas lenguas han envenenado el pensamiento de unos contra otros, pasando por los episodios de traicioneros populistas, de izquierdas y derechas, como un Julio César perdonando los abusos de las castas privilegiadas para hacerlas sus aliadas o un Adolfo Hitler eliminando a sus adversarios, en formas por demás crueles, los pocos políticos a quienes no se les descubrieron perversidades son aquellos que murieron de manera prematura, ya bien asesinados o por alguna fatal enfermedad, antes de que sus deseos de mantenerse en el poder los llevaran a traicionar los principios y valores esgrimidos durante su lucha por ascender en la escala del poder.
Encontramos una correlación entre los más vilipendiados. A la vez, son quienes mayores expectativas levantaron en su paso por el gobierno. Mientras más permanecieron en sus tronos, aunque se hayan perpetuado hasta sus últimos días, por la fuerza del Estado o por su carisma, como la vida no es eterna, tampoco su dominio lo fue. Al final de sus vidas, esas grandes esperanzas, incrustadas en la mente de sus seguidores, terminaron por desvanecerse para dar paso a la revelación de las crudas realidades: no eran lo que parecían ser.
Hacen uso de todo lo que puedan aprovechar para llegar y sostenerse. Nacionalismos, ideologías, religiones, tradiciones… forman parte de sus discursos demagógicos. Usan al pueblo para favorecerse y favorecer a los suyos, engañando y mintiendo. Por lo regular, mientras más pobres e ignorantes sean sus dominados, mejor para ellos, más sólido y duradero es su mandato.
Por eso dice la vox populi que todos son iguales. Pero no, hay unos que son peores.
Debería dar vergüenza a esos, que siendo como lo hemos descrito, asistieron a Chile a conmemorar el 50 aniversario del golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende, y cínicamente firmaron el Compromiso de Santiago, para la defensa de la democracia, el respeto a las leyes y el Estado de derecho, cuando hacen todo lo contrario.
Y usted quizá se pregunte ¿con qué cara podrán decir a sus gobernados que comprometieron a ellos y sus naciones? Pues con esa, con la que tienen, fingen y simulan.
Para el caso específico de México, si esos compromisos no fueran más que letra muerta para el primer mandatario, a su regreso debería cambiar todo. Pero no será así, al contrario. La radicalización del lopezobradorismo seguirá su curso. Registre y analice lo que estará sucediendo en los próximos meses y ya por ahí de las campañas electorales, tocamos el tema de nuevo.
Y para iniciados:
Si las filtraciones sobre el plan estratégico, propuesto a Claudia Sheinbaum por sus asesores, resulta cierto, y si ella y el presidente lo aceptan, en Morelos tocaría la candidatura al gobierno local a una mujer. Tome esas filtraciones con precaución, porque en política nada está escrito. Y no hay prueba alguna más que la palabra de quienes sostienen que así será. Podrían estar equivocados o haber cambios. Sin embargo, si fuera así, hasta el día de hoy, en la recta final y en orden alfabético las posibles podrían ser: Margarita González Saravia Calderón, Juanita Guerra Mena, Lucía Virginia Meza Guzmán y Tania Valentina Rodríguez Ruiz. En otras entregas analizaremos las posibilidades políticas y el posicionamiento estadístico de cada una de ellas.
La información es PODER!!!