PERSPECTIVA, por Marcos Pineda.

Una vez que el Comité Organizador del Frente Amplio por México ha dado a conocer los resultados de la etapa de recolección de firmas para la designación de quién lo encabezará, rumbo a las elecciones del 2024, un frentazo, una primera fractura se asoma por la ventana.

Sin abandonar el Frente, al menos no todavía, pero con severas críticas al proceso, a las fallas en la plataforma digital y a las decisiones del Comité, los hoy excluidos por no haber alcanzado el umbral de 150 mil apoyos en al menos 17 entidades federativas, hicieron públicas sus inconformidades, aunque entre ellos destacan tres.

Miguel Ángel Mancera Espinosa, perredista, exjefe de gobierno capitalino, apuntó haber rebasado las 195 mil simpatías, haber sido excluido 15 minutos antes de cerrada la primera etapa y desconocer “en qué esfera de poder se tomó la decisión.” Para el quejoso, no la persona, sino el proyecto, resultó dañado.

Francisco Javier García Cabeza de Vaca, panista, exgobernador de Tamaulipas, autoexiliado en los Estados Unidos por el temor a las carpetas de investigación que obran en su contra, reconoció no haber acreditado las firmas requeridas en cuando menos 17 estados de la República, pero se quejó de esta restricción, aun cuando la había aceptado desde el momento de inscribirse y participar a la distancia.

Silvano Aureoles Conejo, perredista, exgobernador de Michoacán, fue más lejos todavía. Opinó que el proceso dejó muchas dudas, se reservó su derecho a impugnar ante las autoridades electorales y llamó a su partido a retirarse hasta que se aclare lo que ocurrió en esta etapa.

Tanto los perredistas como los llamados aspirantes ciudadanos, que rebasaron los 150 mil, quedaron fuera por no haberlos obtenido en al menos 17 estados. El resultado es comprensible desde el mismo hecho del declive en preferencias del PRD en los últimos años y que los ciudadanos sin partido carecen de redes de apoyo, muy difíciles de construir en tan poco tiempo.

Pasaron a la siguiente ronda dos panistas y dos priistas. Xóchitl Gálvez Ruiz y Santiago Creel Miranda, por el blanquiazul. Beatriz Elena Paredes Rangel y Enrique Octavio de la Madrid Cordero, por el Revolucionario Institucional. Los cuatro, que se consideran a sí mismos en posibilidades de ganar la nominación, participarán hoy en un Foro que no sabemos si será sólo de propuestas o terminará en debate. Ya veremos.

Por lo pronto, hasta hace poco se consideraba puntero a Santiago Creel, pero, ahora, en esta primera etapa, quedó rebasado por Gálvez Ruiz y Paredes Rangel. Enrique de la Madrid sigue en la jugada, pero muy lejos de los tres primeros.

Y, como muchos sí se dieron cuenta y otros quizá no, el crecimiento de Xóchitl Gálvez se debió en buena medida a las críticas y ataques que hizo Andrés Manuel López Obrador hacia su persona, sus actividades políticas y su historia de vida, con un sesgo machista y verbalmente violento. Nada raro, así es el presidente.   

Y para iniciados

Si las instituciones en Morelos siguen funcionando y la ingobernabilidad no se ha extendido y permeado, al punto de que dejen de cumplir con sus funciones administrativas y legales, no ha sido por la autoridad moral de quienes las dirigen, la verdad con la que se conduzcan, la legalidad bajo la que actúen ni la justicia que procuren. Está siendo por la fuerza del Estado, la verticalidad del poder y las decisiones de la cúpula. Nada bueno para una democracia que debería basarse en el diálogo, los acuerdos y los consensos. Como diría aquel cantante popular: ¿a dónde vamos a parar?

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