PERSPECTIVA, por Marcos Pineda.

Ayer comenté sobre la forma en que será seleccionada la persona que encabece la candidatura al gobierno del Estado de Morelos por el partido político Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Hoy toca hablar sobre los posibles aspirantes de los partidos opositores, ya bien en una alianza o por su cuenta.

Primero, pongamos en contexto el tipo de partidos a los que me referiré. En Morelos hay doce partidos políticos con registro vigente que tendrán derecho a presentar candidatos en las próximas elecciones locales. De ellos, siete tienen registro nacional (PAN, PRI, PRD, PVEM, PT, MC y Morena). Cinco cuentan con registro local (Nueva Alianza, PES, MAS, Morelos Progresa y RSP), los que sobrevivieron a las pasadas elecciones intermedias.

Segundo, de acuerdo con los resultados del Tracking Pol de abril de Consulting & Research Estadística Aplicada, los siete partidos políticos nacionales concentran casi el 80% de la intención de voto, en estos momentos, lo que deja muy disminuidos a los partidos locales para tener un papel relevante en las elecciones del 2024, pero con ciertas posibilidades de triunfo en distritos o municipios muy localizados y a través de las alianzas, en las que todos tendrán derecho a participar.

Ahora bien, tercero, siguiendo con los resultados de nuestra encuesta, en Morelos la alianza de Morena con el PT y el PVEM sumaría alrededor del 40% de la intención de voto total, mientras la oposición en su conjunto rondaría poco menos de otro 40%. Aritméticamente, y dado que el porcentaje de indecisos ronda 18%, así como que Movimiento Ciudadano ha manifestado que no se sumará a ninguna alianza opositora, las probabilidades de triunfo de la oposición se reducen drásticamente.

Por supuesto, no todo es lo numérico, también habrá que considerar las variables sobre operación política y el impacto que tengan las estrategias de difusión de cada uno de los actores involucrados. Sin embargo, con los números que tenemos hasta el momento no hay de otra: oficialistas y opositores tienen que apostar por las alianzas para presentar candidaturas competitivas.

En el caso de las elecciones para presidentes municipales o diputaciones locales algunos partidos de oposición podrían tener posibilidades de triunfo, aunque muy localizadas. Pero en cuanto a las elecciones de gobernador, no tienen alternativa, tendrán que ir en alianza, mientras más amplia mejor, para tener posibilidades de triunfo.

Es muy probable que otros aspirantes de oposición alcen la mano públicamente en los próximos días, pero hasta el momento, en orden de intención de voto a su favor, con base en la encuesta de Consulting, son José Luis Urióstegui del PAN, Ángel García Yáñez del PRI, Vinicio Limón Rivera, sin partido, Laura Ocampo del PRI, Matías Quiroz Medina del PRD y Matías Nazario Morales del MAS.

Sin embargo, a diferencia de Morena, no necesariamente serán las encuestas la base fundamental para determinar a la candidata o al candidato de la oposición, aunque sí sean un punto de referencia. Ahí la ruta podría darse por el camino de la negociación, que se antoja complicada, pero no imposible y quizá termine definiéndose no en territorio morelense, sino en las cúpulas nacionales, situación que llevaría a los partidos locales a no tener más opción que decidir si se suman o se van por su cuenta.

Y para iniciados

Nunca había escuchado una explicación más absurda que la de hoy en la sección de las mentiras de la semana, de la mañanera, que encabezó Adán Augusto López Hernández, en Palacio Nacional, acerca de la venta del avión presidencial. Le dieron la vuelta a los números de tal forma que presentaron como un acierto, cuando no fue así. No me crea a mí, haga las cuentas usted mismo y verá cómo fue una ganga para el gobierno de Tayikistán y una pérdida millonaria en dólares para el pueblo mexicano. Eso sí, Andrés Manuel cumplió su compromiso, vendió el avión, “bara bara”, pero lo vendió.

¡Ah! ya se me pasaba destacar la voluntad democrática de Morena que está aprobando fast track, como va, y como acostumbran, modificaciones a las leyes y las instituciones, sin siquiera leer las iniciativas. Basta una indicación de Palacio y echan a andar la aplanadora. Qué bonita división de poderes tenemos en México.

La información es PODER!!!

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