No se ve salida a esta crisis social que están padeciendo la comunidad indígena de San Juan Tlalcotenco, ni acción de autoridad alguna, que devuelva al pueblo la tranquilidad y el bienestar que han perdido, pues están en su derecho de no querer que la línea Ometochtli recorra sus caminos, ya que después de un año de batalla legal e institucional, no se ha indemnizado a las víctimas del accidente sucedido el 13 de noviembre del 2021, dejando a 19 personas lesionadas, algunas con lesiones graves, que ya las han discapacitado de por vida, y el fallecimiento del conductor.
El resultado de tal irresponsabilidad y omisión, ha desembocado en la pérdida de confianza, hacia la línea, como hacia la capacidad de las autoridades competentes y encargadas de resolver el conflicto, el cual ha transcurrido más de un año, en donde los habitantes han tenido también que padecer reuniones infructuosas y politizadas con los representantes legales de la línea, y la Secretaría de Movilidad y Transporte, representada en ese entonces por Víctor Mercado, en donde la percepción de la comunidad ha sido de que les están dando la vuelta, cambiando el discurso, en el que se ha dado a conocer que el conflicto está «en vías de resolverse con el pago de indemnizaciones justas para los afectados y con una nueva alternativa en el servicio público de transporte para la comunidad» , nada más alejado de la realidad, pues actualmente no les han indemnizado a las víctimas, ni tienen transporte alguno, pues la alternativa que tuvieron por un tiempo que era la línea de autobuses Mi Bus de la empresa Pullman de Morelos, ha dejado de dar el servicio, desde más de hace tres meses, por conflicto de intereses, y donde se hace válida la pregunta del porqué se ha protegido tanto a la línea Ometochtli, que no contaba con un seguro de pasajeros y que se encontraba en mal estado, una grave falta que ameritaba la cancelación del permiso por parte de Gobierno del Estado, como lo mencionó el ayudante de la comunidad de San Juan Tlacotenco, Quirino Palma, en conferencia de prensa el pasado 19 de enero:
«Ese autobús no tenía seguro de pasajeros, estaba en mal estado, yo tengo más de 64 años de edad, yo ví cuando llegó Ometochtli a San Juan, y desde entonces, nunca se han preocupado por tener un buen servicio, esos accidentes se han venido sucediendo…El día de hoy mi compañero ha hablado de la revocación de la concesión, y eso le compete a Gobierno del Estado, que no lo ha hecho es por los compromisos de compadrasgo que tenga, y Víctor Mercado, Cuauhtémoc Blanco y Felipe Ceja son el triángulo que no deja que San Juan ahorita no tenga la movilidad que se merece, el transporte digno que se ha ganado, el artículo 71 de la Ley de Movilidad y transporte, en sus fracciones que menciona que las accidentes que han ocasionado la cooperativa OMETOCHTLI son causa de revocación de la concesión…»,
» No hubo una sanción económica, ni llamada de atención, no hubo nada, se termino el peritaje… pero nuestro lesionados siguen aquí...»
Los rostros de los lesionados de la tragedia del 13 de noviembre del 2021, en la que la línea OMETOCHTLI ha tenido una partipación irresponsable, continúan con sus vidas, con lesiones que los han marcado de por vida, con terapias, con prótesis, con discapacidad que les restará oportunidades, con dificultades económicas porque recordemos que son gente del pueblo, trabajadora, honrada y cabe decirlo, gente con muy escasos recursos…
A este respecto se señaló en conferencia de prensa del día 19 de enero del presente año, en donde se ha dicho que a la señora Dominga y a su hija Yoloxochitl, ya se les había indemnizado, pero se ha dado a conocer ha esta redacción que no ha ido a firmar ningún documento ante fiscalía, pues no se han considerado todos los gastos que implica la discapacidad de por vida de ambas, es decir, se sigue renegociando la indemnización, así como la del señor Gonzalo, que tuvo múltiples fracturas y que perdió también una extremidad, por mencionar algunos ejemplos.
¿Porqué se les agravia de está manera, porqué está injusticia para quienes tienen poco y viven de lo que ganan día a día? Ahora sin transporte y soportando las burlas de los mismos operadores de Ometochtli, quienes les no tienen reparo de decirles que «de todas maneras se tienen que subir en los camiones para ir a Cuernavaca», aunque ya la comunidad se ha organizado con quienes cuentan con vehículo, pero hay horarios en donde existe la primaria necesidad de trasladarse, como lo señalo la legisladora Lucy Meza, quien aseguró que la comunidad lleva dos meses sin el servicio de transporte público:
“Las niñas y niños que estudian en la cabecera de Tepoztlán, los estudiantes de nivel medio superior y superior, así como las personas que trabajan en Cuernavaca, tienen que caminar hasta ocho kilómetros para poder abordar un servicio de transporte, lo cual es injusta y viola sus derechos a la libre movilidad”, concluyó.
El agravio a la comunidad indígena de San Juan Tlacotenco debe repararse, por parte de un gobierno que pondera que no hay cabida para la corrupción y que «los pobres son primero», y que «no permite el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, el patrimonialismo, el clientelismo, la perpetuación en los cargos, el uso de recursos para imponer o manipular la voluntad de otras y otros, la corrupción y el entreguismo».
SAN JUAN TLACOTENCO NO SE RINDE, ESTA EN PIE DE LUCHA, Y VA A SEGUIR EN PIE DE LUCHA HASTA LAS ULTIAS CONSECUENCIAS»
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