Por Gerardo Fernández Casanova//mundomagazzine ¡Ay Amor ya no me quieras tanto! ¡Ay Amor, olvídate de mí! Tu recta palabra me confunde y tu honestidad me engaña; tus obras son quimeras. Me hace daño ser libre, añoro al amo que me libraba del yugo de pensar. ¡Decide por mí, tirano, yo me ahogo en la incertidumbre! … Continúa leyendo