Por Manuel García Y García
- Un Accidente Muy Peligroso.
- Apa Descuido de Trabajadores.
- José Luis Tendrá que Pagar,
- Y el Susto Quién se lo Quita!
Circulaba muy tranquilamente por Plan de Ayala y a la altura del Seguro Social, cerca de donde está la estatua del “zatatita”, un hoyazo que más bien parecía una “tumba” (por lo ancho y lo profundo, ella y su camioneta cayeron y dio tantos tumbos la camioneta que la conductora perdió el control de la misma y se fue a estrellar contra una barda, quedando la camioneta pal” arrastre y el susto que se llevó la pobre mujer ni yendo a bailar a Chalma se le quita.
Y es que ella circulaba muy tranquilamente, quizá con dirección a Temixco o a la autopista, cuando su camioneta se fue al hoyanco, mismos que parecía un socavón en donde la mitad de la camioneta se hundió, pero a la velocidad que llevaba logró salir para irse a estrellar más adelante. La pobre mujer, muerta del susto se acordó de la progenitora tanto de los trabajadores que dejaron abierto ese hoyo, como del mismo alcalde, quien por cierto, en la toma de posesión del mismo, dijo “algunos dicen que no tengo madre, pero si tengo y aquí está” (y las cámaras enfocaron a la mamá de José Luis).
Y la verdad es que la muchacha no alcanza a comprender que algunos trabajadores del ayuntamiento hayan trabajado y dejado el hoyo sin tapar y mucho menos sin ninguna señalización, advirtiendo que en ese lugar hay un hoyo peligroso. Como decimos el hoyo parece una tumba por lo ancho y lo largo del mismo y se imagina usted yendo manejando antes de que amanezca y de repente se topa con este hoyo, pues no es cuestión de risa, menos de suerte, porque a la pobre muchacha le ocurrió y por poco y pierde la vida.
Ahora, será el mismo ayuntamiento quien tendrá que pagar la compostura de la camioneta o será el mismo alcalde José Luis quien tenga que sufragar los gastos tanto de la camioneta como de la hospitalización, (si así se requiere) de la pobre mujer que se llevó el susto de su vida y todo por culpa de algunos trabajadores irresponsables que no supieron hacer bien su trabajo, y por ello, se andaba costando la vida a esa pobre joven, sobre todo al ver que su camioneta se incendiaba y todo por el socavón que abrieron trabajadores del ayuntamiento capitalino.