Francisco Hurtado Delgado
En el pasado se estilaba manipular y hacer uso de los programas sociales para condicionar al electorado en favorecer a un partido político y a candidaturas, ahora atendiendo el reclamo social, como se dijera en el argot social, la ley ya tiene más dientes y filosos. ¿Conoces en qué consiste la modificación a la normatividad en materia penal-electoral?
En primer término, puntualizo que la reforma y fusión del artículo 167 del Código Nacional de Procedimientos Penales, respecto a las causas de procedencia en el que el Juez de control en el ámbito de su competencia, ordenará la prisión preventiva oficiosamente en los casos de uso de programas sociales con fines electorales. Es decir, la ley de delitos electorales establece los supuestos que ameriten prisión preventiva oficiosa de conformidad, con lo dispuesto por el párrafo segundo del artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En segundo término, se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General en Materia de Delitos Electorales, en donde se añade un párrafo segundo al artículo 6; así como los artículos 7 Bis y 11 Bis, de la Ley General en Materia de Delitos Electorales. Concretamente se detalla, la prisión preventiva, cuando se cometan los delitos relacionados con el uso de programas sociales con fines electorales.
He referido en mis reflexiones anteriores sobre los delitos electorales, en esta ocasión profundizo en el artículo 407 del Código Penal Federal, sobre la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 19 de febrero, en la que entró en vigencia a partir de las 00:01 horas del día 20 de febrero del presente año.
El sentido común nos indica, que los tiempos han cambiado, pero también debe cambiar nuestra cultura cívica y democrática, porque la corrupción avanzará mientras nosotros nos mantengamos indiferentes; es decir, en nosotros estará el deber de que cerremos la llave, para que el voto que reciban los candidatos y a favor de su partido político, sean por el proyecto que ofrecen y no por la dadiva o mal uso que hacen de los programas sociales y de la manipulación de su propaganda política.