Perspectiva Electoral
Por Marcos Pineda
Para analizar a un partido político al paso del tiempo, tomando incluso como base las contribuciones de teóricos de los partidos políticos como Panebianco, Duverger y Sartori, es decir, por su desempeño institucional a lo largo de su existencia, hay que transitar por tres pistas de aterrizaje sobre su comportamiento político y electoral: la de lo que en teoría deberían ser, la de lo que en el discurso dicen ser y la de lo que en la práctica son.
El Partido del Trabajo (PT) que, a nivel nacional, desde sus inicios, fue y sigue siendo dirigido por Alberto Anaya y en el estado de Morelos lo dirige Tania Valentina Rodríguez Ruiz desde el 2012, ha sostenido su registro ante las autoridades federales, aunque siempre muy cerca de quedar por debajo del umbral del 3% de la votación que lo llevaría a extinguirse. Ha habido ocasiones en que hasta entre sus militantes y dirigentes han llegado a pensar que ahora sí pierden el registro, pero no, se siguen sosteniendo. Y, por tanto, continúan recibiendo recursos públicos y la posibilidad de contar con puestos de representación popular.
En su discurso, el PT es producto de la suma de voluntades de valientes mujeres y hombres de la izquierda mexicana que, en pleno auge neoliberal, decidieron enfrentar al sistema. En la teoría debería ser un partido con ideología socialista, así lo determinan históricamente sus documentos básicos, que legalmente han presentado a la autoridad electoral y a los electores.
Pero en la realidad, en la práctica, el nacimiento del PT tuvo como origen la incorporación de su sempiterno dueño y líder, Alberto Anaya, al sistema político, siendo apoyado por Raúl Salinas Lozano, padre de los Salinas de Gortari, a través de quien el expresidente Luis Echeverría le brindó su respaldo. Desde muy joven, el originario de Aguascalientes, radicado entonces en Nuevo León, Alberto Anaya, mostró su inclinación hacia el socialismo y su capacidad para articular movimientos y acciones sociales.
El impulso de su ideología socialista sufrió un freno al ser incorporado Anaya como dirigente de un partido político más al servicio del sistema, justo cuando era urgente fortalecer la apariencia de que México era un país democrático, plural y tolerante. El PT nació y ha sido uno de los llamados partidos satélite que utilizó el sistema político para mantener la hegemonía priista, se dieran cuenta o no sus militantes. Hoy lo siguen siendo porque encontraron en López Obrador la imagen del líder de perfil socialista al cual apoyar y por quien sentirse apoyados. Y así ha sido, ahora son satélite del nuevo régimen.
No tuvieron necesidad de resaltar en la escena pública mientras las reglas electorales y el visto bueno del presidente de la República en turno les permitieran conservar su registro y algunas posiciones políticas. Pero desde que los votos de cada partido cuentan para su supervivencia ha estado en el filo de la navaja.
De la memoria de Tania Valentina, quien reconoció a líderes petistas que han militado desde hace quince años, quedó borrado ya Rigoberto Lorence López, dirigente durante cerca de 20 años del PT en Morelos que, si bien vivió todo ese tiempo del partido y de los recursos públicos que pagamos con nuestros impuestos, fue quien abrió la puerta y dio la oportunidad a Tania Valentina de crecer políticamente, después de su rompimiento con Fidel Demédicis Hidalgo.
Hoy el PT, teniendo entre sus filas a personajes tan cuestionables como Gerardo Fernández Noroña, a quien intentan perfilar para traerlo como candidato a algo en Morelos, quizá como candidato a gobernador en el 2024 o antes, en el 2021 para irlo incrustando en, digamos algo, y así allanar el camino, se está jugando de nuevo su supervivencia como partido político.
Y para iniciados
Las incongruencias del PT no acaban ahí. Podrían ser objeto de un muy completo y largo estudio. Ideológicamente, por ejemplo, la agenda de los petistas no contempla temas de los más sentidos y exigidos por las auténticas y los auténticos luchadores de la izquierda mexicana. Tania Valentina evade, cada que la ocasión se presenta, temas como el del aborto legal y el del pleno reconocimiento jurídico de las diferentes identidades de género. Y ya ni hablar de las alianzas que es capaz de secundar o promover, según el caso, cuando se trata de cuidar sus intereses personales.
Excelente jueves.
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