Perspectiva Electoral
Por Marcos Pineda
Las conversaciones entre José Luis Urióstegui Salgado y el Partido Socialdemócrata (PSD) van muy avanzadas. Es posible que volvamos a ver al exprocurador de justicia, exconsejero jurídico del gobierno del estado y expresidente de la Barra de Abogados, prestigiado litigante y dos veces segundo lugar en pasadas contiendas por la presidencia municipal de Cuernavaca, la más reciente en calidad de candidato independiente, repetir ahora como candidato postulado por el PSD.
No obstante que como dice el refrán, nadie es monedita de oro, a diferencia de la mayoría de los políticos en Morelos, cuyos nombres, apellidos y apodos evocan frustración, desencantos, engaño, mentiras y corrupción Urióstegui Salgado ha podio conservar mayormente una buena imagen pública, se le conoce en lo general como una persona seria, un padre de familia responsable, un abogado profesional y un hombre de palabra que cumple con sus compromisos.
Como sea, sin pretender que las tenga todas consigo, sería un buen candidato, que guiado por una estrategia electoral bien cuidada y ejecutada, acompañado de otros candidatos a las diputaciones locales con perfiles semejantes, podría posicionarse como uno de los rivales a vencer. Tiene una ventaja que otros ya no podrán tener: ha conservado su carácter de independencia con respecto a los partidos políticos.
Ayer se presentaron públicamente, José Luis Urióstegui acompañado del exdiputado local Carlos de la Rosa, con Israel Rafael Yúdico Herrera, para anunciar que están conversando sobre la posibilidad de abrir las postulaciones del 2021 a los candidatos independientes, encabezando la lista, por supuesto, Urióstegui.
Yúdico Herrera ha sido ya de todo dentro del PSD, hoy es el presidente estatal, pero en el 2015 fue el responsable de defender el triunfo de Cuauhtémoc Blanco Bravo en la contienda por la presidencia municipal de Cuernavaca, representándolo en el Consejo Municipal Electoral. Ha resistido los embates de propios y extraños, y no ha dejado de serle fiel a la causa partidaria del PSD. Por esa elección, el corolario anecdótico de los hermanos Julio y Roberto Yáñez, sobre Yúdico pesa un estigma político, sobre el que profundizaremos en otra ocasión.
Esta vez, un tanto, las declaraciones de ayer, expresadas en un céntrico restaurante de la capital de la entidad, servirán para medir cuál es el ánimo de la opinión pública y de los actores políticos en referencia a tal posibilidad. Pero para medirla en el ánimo de los electores tendrían que llevar a cabo una encuesta sobre la manera en que perciben los posibles votantes una candidatura bajo estas circunstancias y la intención de voto con la que podrían arrancar la contienda, debido a que, como lo reconoció Israel Yúdico, el PSD tiene una deuda con la sociedad, una cara que limpiar.
¿Recuerda usted aquella promesa de campaña en la que el entonces candidato del PSD, uno de los hermanos Yáñez, ofrecía transporte público gratuito de llegar a ganar, por ejemplo? Durante la campaña pagaron el servicio de transporte de algunas rutas para que no costara a los usuarios. Demagogia pura. ¿Recuerda la presentación pública de Cuauhtémoc Blanco pegándose en la frente su credencial de elector con domicilio en Morelos, recientemente expedida, que más parecía una burla a las leyes que el cumplimiento de éstas? Pues eso y mucho más es obra de la maquiavélica manera de actuar del PSD dirigido por los Yáñez. Vaya que tienen mucha cara que limpiar y le toca hacerlo a Yúdico Herrera, para no perder el registro local.
En términos concretos Urióstegui le aportaría al PSD la posibilidad de no perder su registro, de ayudarle a limpiar su imagen, el PSD apoyaría a Urióstegui con la postulación, pero nada más, al contrario, tras la medición de los ánimos de los electores habría que observar qué tantas preferencias restan, y cómo hacerle para volverlas a ganar.
Y para iniciados
Bien lo reconoció Israel Yúdico, aunque se quedó corto. El PSD tiene una deuda con la sociedad morelense y no sólo con los capitalinos. Ese partido, institucionalmente, así como sus dirigentes y representantes en lo particular, son los responsables originarios, sino es que deberíamos decirles los culpables originarios, de que un personaje como Cuauhtémoc Blanco haya llegado hasta la gubernatura, y traído a ese conjunto de fuereños, como Sanz, Ojeda, Argüelles, Flores Cervantes y Ulises Bravo, que han llevado a Morelos al peor momento de su historia en todos los sentidos, cuya soberbia los hace pensar que somos los morelenses los que tenemos que pedirles disculpas. Traen la brújula muy mal calibrada.
Excelente jueves.
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