Perspectiva Electoral
Por Marcos Pineda
En la carrera por ganar espacios en las elecciones del 2021 ya se están comenzando a concretar las alianzas electorales. En ellas, los intereses políticos locales tienen un peso significativo, mismo que no necesariamente lleva a que se sigan las líneas marcadas por las dirigencias nacionales.
Pero eso sí, está quedando de manifiesto que los dirigentes nacionales de los partidos saben que, yendo solos, sus posibilidades de triunfo se reducen riesgosamente. Incluso para el partido que, en ciertos lugares, como la Ciudad de México, aparece como la nueva aplanadora a vencer, Morena, fundado por Andrés Manuel López Obrador. Está cocinando acuerdos electorales formales. La regla en la política era usualmente que quien tiene la mayoría de su lado no necesita hacer alianzas. Hoy parece que casi todos los partidos se han convencido de que nadie se puede confiar en que logrará mayorías automáticas. Ni siquiera Morena.
Los que apuesten por ir solos pondrán en riesgo incluso sus registros locales, donde las leyes así lo marcan, y el registro nacional de cualquier manera ya lo tienen en juego, puesto que en las elecciones de diputados federales, a diferencia de lo que ocurría con leyes electorales anteriores, los votos de los partidos se suman a favor de los candidatos que lleven en común, pero cuentan de forma individual, para efectos no sólo del registro, sino también de la distribución de plurinominales y prerrogativas.
Vamos por partes.
En Nuevo León, Morena ya concretó la alianza electoral con el Partido del Trabajo (PT), el Verde Ecologista (PVEM) y Nueva Alianza, el ex partido de Elba Esther Gordillo, que allá conserva su registro local. Destaca la incorporación formal y abierta del Verde a las huestes lopezobradoristas. Fórmula que se repetirá muy a la manera de como el camaleónico Verde se aliaba antes con el PRI. Verde y Morena no irán juntos en San Luis Potosí, pero todavía están en pláticas para ver qué pasa en Guerrero. En Nuevo León, Morena llevará mano para poner al candidato a gobernador, pero los otros partidos la tendrán en 13 de 26 distritos y en 26 de 51 ayuntamientos.
Por su parte, PRI y PRD ya formalizaron sus primeras alianzas. En Guerrero irán juntos. Para determinar quién encabezará la fórmula por la gubernatura, cada partido presentará su propuesta de candidato y a finales de diciembre llevarán a cabo una encuesta para tomar la decisión. Por parte del PRI todavía no hay algún nombre en firme, pero el PRD ya propuso a Evodio Velázquez, ex alcalde de Acapulco.
Situaciones similares se están presentando en Sonora, donde están cerca de llegar a acuerdos, mientras en San Luis Potosí, la alianza PRD-PRI, ya logró incluso sumar al PAN y a un partido local. Para definir al candidato de esta alianza también se usará el método de la encuesta.
En Baja California, los movimientos de la oposición apuntan en otra dirección. Quizá para conformar una alianza más amplia. Al PAN, PRI y PRD se les podría sumar el Partido Encuentro Social y otro partido local. Todos contra Morena. Al momento, ya firmaron una carta de intención, sin embargo, en los próximos días podrían formalizar la coalición ante las autoridades electorales.
Y para iniciados
Por ahí va el tema de las alianzas, en el que los intereses y objetivos de los dirigentes locales van a tener más peso que la estrategia planteada por sus órganos nacionales. En unos lados hay partidos, como el PES, que apoyan a la cuarta transformación y en otros lados son de oposición, porque así les conviene. Así la incongruencia del PES, que, si se trata del ganar puestos y poder, ya están demostrando que sí son capaces de traicionar a López Obrador.
Excelente inicio de semana.
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