Perspectiva Electoral
Por Marcos Pineda

Aquello que es matemáticamente posible, es posible. Aunque esta expresión no deba ser tomada de manera literal, resulta muy útil para elaborar y comprender los posibles escenarios que pueden presentarse respecto a temas determinados, como lo son, en este caso, las alianzas que pudieran hacer frente a lo que hasta hoy apunta hacia la hegemonía de un partido político, Morena, en el ámbito electoral.
Antecedentes cercanos ya los tenemos a la vista. ¿Era matemáticamente posible que Morena no ganara en las elecciones de Coahuila e Hidalgo? Sí, era posible y así sucedió. Quedó claro que las condiciones de competencia electoral pueden influir en la derrota de Morena, sobre todo, si sus candidatos salen divididos y enfrentados.
Ahora que se sabe del impulso a una alianza conformada, al menos en principio, por las dirigencias nacionales del PAN, el PRI y el PRD, que ya se conoce como Si por México, habría que pensar si es matemáticamente posible que una coalición electoral de esta naturaleza pudiera ser suficientemente competitiva para ganar una cantidad de distritos electorales federales, en las elecciones del 2021, que quitara al presidente de la República el control de la cámara baja y diera un vuelco a la perspectiva de lo que pueda ocurrir, no sólo hacia las elecciones presidenciales del 2024, sino en el mismísimo 2022, cuando pudiera llevarse a cabo el proceso de consulta popular con la intención de revocar el mandato de Andrés Manuel López Obrador.
Sin Andrés Manuel al frente de las candidaturas y sin tampoco dirigir directamente, él, la estrategia electoral, en una contienda marcada por las especificidades locales y regionales, de por sí la obtención de nuevo de una cantidad superior al 50% de la votación emitida a favor de Morena, no es estadísticamente probable. El pronóstico, con base en las encuestas de la actual intención de voto por partidos, arroja entre un 35 y un 40% de votos a favor de Morena. Si bien es cierto que como partido sería el que tuviera por sí solo la mayor cantidad de sufragios a su favor, también lo es que una alianza, como la que plantean en sí por México, haría matemáticamente posible derrotar en las urnas a Morena.
La estrategia de polarización, de enfrentamiento y encono, que diariamente alimenta el presidente López Obrador, favorece la generación de iniciativas para la suma de voluntades en su contra y, por tanto, en contra de su partido político. En sus primeros dos años, en lugar de optar por unir a los mexicanos en torno a su idea de la Cuarta Transformación, prefirió seguirlos dividiendo. Ese 50% de electores que le dieron el triunfo en el 2018, esos 30 millones de votos, podrían redistribuirse dando como resultado una nueva realidad política, que sería adversa no sólo para la 4T, sino hasta para la permanencia de López Obrador al frente del gobierno federal.
Matemáticamente sí resulta posible una reconfiguración de la correlación de fuerzas a nivel nacional. Y sus consecuencias para el actual régimen pueden ser de nuevo de carácter histórico, porque podríamos estar en presencia de la primera ocasión en que exista la posibilidad de remover a un presidente en funciones, a través de una vía democrática. López Obrador correería el riesgo de dejar la presidencia del mismo modo en que llegó a ella, por mandato de la voluntad popular.

Y para iniciados
En Morelos ¿habría posibilidades de impulsar una iniciativa local espejo del Sí por México? Ya hay una promesa del dirigente del PRI, Jonathan Márquez, de anunciar pronto la alianza electoral que están cocinando con otros institutos partidarios, misma que no sería, dijo, por congruencia, ni con Morena ni con el PES. Por sí solo, las expectativas de triunfo electoral del PRI son muy bajas, pero en una alianza podrían cambiar. Probablemente, a la iniciativa de alianza se le aplique un nombre y una conformación partidaria similar a la que impulsan sus líderes nacionales, es decir, puede que se llame Sí por Morelos.
Excelente fin de semana.
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