Perspectiva Electoral
Por Marcos Pineda
Todo apunta a que los resultados finales de las elecciones en los Estados Unidos tardarán algunos días e incluso que la decisión final recaerá en la Suprema Corte de la todavía más poderosa nación del mundo. El retraso en el conteo de los votos de Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Georgia hacen que ninguno de los dos principales contendientes haya obtenido ya los 270 votos electorales necesarios para reclamar el triunfo en el Colegio Electoral.
En términos del voto popular, aunque no es el que finalmente decide, sino lo hace la obtención de los votos electorales comprometidos que se ganan en bloque, en casi todos los estados norteamericanos, en la madrugada de hoy, al momento de escribir esta colaboración, Joe Biden rebasaba los 68 millones 997 mil sufragios a su favor, seguido de Donald Trump, con poco más de 66 millones 725 mil votos. Es decir, 50% para Biden y 48.4% para Trump. Y estos porcentajes estaban así porque los demás candidatos, los minoritarios que ni siquiera pintaron en las campañas electorales sumaban entre todos el 1.6% de los votos emitidos. Jo Jorgensen del partido libertario llevaba poco más de un millón y medio de votos y Howie Hawkins poco más 300 mil.
Ahora bien, Biden ya contaba a esas horas con 238 votos electorales y Trump con 213, mismos que no le aseguran a ninguno de los dos el triunfo. Lo conteos a lo largo de la noche sufrieron vuelcos a favor de uno y otro candidato, vuelcos mínimos de diferencias porcentuales muy reducidas, pero al final vuelcos que comprometieron los votos electorales de esos estados a favor de uno y otro.
Mientras Biden pidió cautela y esperar a los resultados finales, ya que el voto postal haya sido terminado de contar, Trump se apresuró a declarase ganador, lo que desató el júbilo esa aproximadamente mitad de electores estadounidenses que se identifican con su candidatura y su personalidad, pero además acusó fraude electoral y aseguró que recurrirá a la Suprema Corte para evitar que le roben la elección, que se detenga el conteo de votos y lo haga esa instancia superior de decisión.
Eso sí, la participación electoral rompió récords históricos. Se estima que más de 67% de los electores norteamericanos emitieron su voto y que la influencia de los votantes de origen latinoamericano será decisiva. Mientras tanto, los resultados definitivos de la elección están en vilo y podrían tardar varios días más en definirse.
Con respecto a las otras dos elecciones concurrentes, parece ya seguro que se continuará la mayoría demócrata en el Congreso, incluso amentando un par de escaños, pero las posibilidades de que también obtengan mayoría en el Senado se están alejando, y si esto se confirma, gane quien gane finalmente no contaría con el respaldo mayoritario de ambos órganos legislativos.
La calidad, efectividad y la credibilidad del sistema electoral estadounidense, que no es la primera vez en ser duramente criticada, volverá a sufrir fuertes cuestionamientos. Se avista una fuerte crisis de la representación política para nuestro vecino del norte.
Para iniciados
¿Y México? Hay visiones simplistas que en los últimos días afirman que da igual quién gane en las elecciones norteamericanas. Pero ¿da igual para quién? Ta vez para los mexicanos que desde aquí observan la elección sí dé igual, quizá para la acomodaticia política exterior mexicana también dé igual y hasta para el gobierno mexicano, en tanto institución, pueda dar igual si se sigue adhiriendo y sometiendo a los dictados del gigante del norte. Pero a los mexicanos residentes en Estados Unidos no les da igual, ni a diez millones de familias que reciben más apoyo para subsistir por los dólares que les llegan de sus familiares que trabajan en aquel país, que de los apoyos sociales o de las muy escasas posibilidades de subsistencia y trabajo digno, del que carecen en México. La política social entre de republicanos y demócratas es diametralmente opuesta, y eso vaya que afecta, para bien o para mal, en la práctica.
Excelente mitad de semana.
La información es PODER!!!