Miguel Ángel Flores Mendoza, aspirante a Auditor General de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF), aclaró que, durante su gestión como titular del Órgano Interno de Control de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), se negó a firmar los contratos de lo que posteriormente sería conocido como “La Estafa Maestra” y también se opuso al derroche y endeudamiento de la institución académica.
Ante versiones periodísticas que señalan que una debilidad de su candidatura es el haber fungido como Titular del Órgano Interno de Control de la UAEM, el contador público certificado fue enfático al afirmar que obtuvo tal posición mediante riguroso concurso que realizó la Junta de Gobierno de la institución; el hecho de no deber a nadie su cargo, le permitió -dijo- oponerse al despilfarro de los recursos universitarios y lo más importante: negarse a avalar los contratos de lo que fue “La Estafa Maestra”.
El hecho de oponerse a los caprichos de la rectoría y pretender la creación de un Reglamento de Responsabilidad Administrativas, ocasionó que la administración universitaria pretendiera removerle en varias ocasiones, al grado de que debió ampararse.
No fue sino hasta que la Junta de Gobierno renunció en su conjunto (en protesta por las actitudes arbitrarias del entonces rector Jesús Alejandro Vera Jiménez), cuando se diseñó su salida de la contraloría universitaria, pues se creó una nueva Junta de Gobierno con ex rectores y estos lo cesaron del cargo.
Finalmente, invitó a que se revise e investigue su trabajo por parte de quienes habrán de elegir al nuevo Auditor General de la ESAF, para que se constate que efectivamente no avaló con su firma los contratos de la “Estafa Maestra” como sí lo hicieron en otras entidades los responsables de los órganos internos de control y, por el contrario, apoyó la labor de la Auditoría Superior de la Federación, que evidenció las irregularidades cometidas en la gestión del ex rector Vera Jiménez.