Francisco Hurtado Delgado

La declaración de apertura del proceso electoral para elegir a más de veintiún mil cargos de elección popular que se renovaran en todo el país está por iniciar, esto significa una gran movilización de líderes, de personas e intereses en todas las actividades. El reto es que se tendrán que hacer en un entorno de riesgo propiciado por el Covid-19, ponderando que las elecciones serán el 6 de junio de 2021. Este proceso inicia en la primera semana de septiembre, caso particular por parte del INE (Instituto Nacional Electoral) y en algunas entidades del país. Luego entonces ¿Cómo se encuentra el ambiente en la arena electoral?

Garantizar las condiciones de certeza, legalidad, transparencia y equidad, pero, sobre todo, salvaguardar el derecho a la salud de toda la ciudadanía, de los electores y de los mismos funcionarios de casilla del INE y de los propios Institutos Electorales locales, no será tarea fácil.

Otro factor de incertidumbre que habrá que considerar, es la reciente integración de nuevos Consejeros nacionales del INE y locales en los institutos electorales, cuyo actuar dependerá en gran medida de su profesionalismo, experiencia o si traen algún interés particular o de grupo. Tendrán que enfrentar a la elección más grande de la historia de nuestro país, ya que se espera que acudan a votar cerca de noventa y cinco millones de electores.

La denostación a las instituciones no aporta nada a la democracia, las autoridades y personajes políticos tienen derecho a disentir, a expresarse; sin embargo, como se cita coloquialmente cada quien quiere llevar agua a su molino, con base a los intereses particulares o de unos cuantos, demeritando el avance institucional electoral, en su ámbito administrativo y jurisdiccional.

Necesitamos que los ciudadanos que concurran a votar lo hagan conscientes y plenamente convencidos del liderazgo y sus ofertas políticas. Nuestro país atraviesa por momentos muy difíciles en lo económico, en lo social, en lo educativo y en la salud. La pandemia ha sido un factor que está acelerando los procesos de cambio y transformación de nuestras sociedades, por ello necesitamos de liderazgos que estén a la altura de esta nueva realidad.

El clima es incierto, las previsiones catastróficas pueden evitarse si los partidos políticos asumen la responsabilidad de profesionalizar l@s candidaturas, pero más cuando deben existir candidatas y candidatos comprometidos con las y los mexicanos.

Será responsabilidad de todos, que los próximos comicios electorales no se desborden en conflictos y las elecciones se den en un clima de paz y tranquilidad y de esta manera nuestra democracia salga fortalecida.

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