Semáforos verdes para octubre
Perspectiva
Por Marcos Pineda
Ayer por la tarde noche, Hugo López-Gatell Ramírez, vocero del Gobierno de México para la lucha contra la pandemia de COVID-19, afirmó que de acuerdo con las proyecciones matemáticas hechas en conjunto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), para el mes de octubre podrían llegar buena parte de los estados de la República al Semáforo de Riesgo en color verde. Esto no significaría que la pandemia se haya acabado, subrayó, pero sí que se podrían reactivar la totalidad de las actividades económicas y, particularmente, los servicios educativos.
La mayoría de las entidades federativas, comentó López-Gatell, han mostrado una reducción en los indicadores sobre la pandemia, entre las últimas dos y siete semanas, de manera continua. De seguir así, algunas de ellas podrían llegar desde la primera mitad del mes de octubre al semáforo verde. La reapertura tendría que llevarse a cabo de manera programada y conforme a las características y situación de cada estado, siendo los responsables de ello los gobernadores, en tanto máximas autoridades sanitarias en el nivel local.
Estas declaraciones suenan bastante prometedoras, sin embargo, distintos investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han señalado las deficiencias en el manejo de la pandemia por parte del gobierno federal. Las críticas son en torno no sólo al subregistro de casos y fallecimientos a causa de la COVID-19, sino a la escasa cantidad de pruebas de laboratorio que se realizan y, ahora, sobre la manera en que se han flexibilizado los criterios con los que se construye el Semáforo de Riesgo.
Cuando revisamos los números al respecto nos damos cuenta de que de haber continuado los criterios originales para asignar los colores a las diferentes entidades federativas la mayoría de ellas continuarían en rojo y muy pocos quizá habrían alcanzado el color naranja. Hoy tenemos 10 ya en amarillo, es decir riesgo moderado, y solamente una en rojo, riesgo máximo.
Dos elementos que se podrían sumar al riesgo sanitario y que deben ser muy cuidadosamente programados en la reapertura, cuando se llegue al Semáforo Verde, serán el retorno a las clases presenciales y la coincidencia con el arranque de la temporada de influenza en México.
Por un lado, si bien es cierto que los infantes son estadísticamente menos susceptibles a padecer la enfermedad en su forma grave, sí pueden ser portadores y transmisores del virus a personas que puedan formar parte de los grupos de riesgo, como sus padres, sus abuelos o sus propios maestros. Por otro lado, habrá un retraso en la vacunación contra la Influenza de entre mes y medio y dos meses, por lo que comenzará a aplicarse a inmunización probablemente de mediados de octubre en adelante. Eso hará que durante ese tiempo convivan las dos infecciones sean concurrentes.
Para iniciados
Hoy, en un clima político de confrontación y polarización, presenta su segundo informe de gobierno el presidente, Andrés Manuel López Obrador, estaremos muy al pendiente para comentarlo la siguiente semana.
Excelente martes.
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