Francisco Hurtado Delgado
En cada proceso electoral el día de la jornada la ciudadanía deposita el voto en las urnas, en ese voto emitido se juegan el rumbo político, económico, desarrollo, en fin, el destino de un municipio, estado o el país; pero ¿Tendrá precio tú voto? O ¿Cuánto cuesta nuestra democracia?
El presupuesto asignado para las elecciones del pasado primero de julio de 2018 en México fue de 7,144.9 millones de pesos; es decir, si del total de la lista nominal que era de 87.8 millones de electores, hubieran votado ese año, el costo por voto habría sido de 81.4 pesos; pero como solo votaron 54.6 millones el voto por persona costó 126.6 pesos.
De lo anterior, se desprende que el voto es más caro si la ciudadanía no vota; de acuerdo a Dieter Nohlen cabe resaltar que, a pesar de la imposición gradual del voto universal, de la libre participación de los ciudadanos y de la transparencia de los procesos electorales, es posible afirmar que el avance de los sistemas democráticos no es proporcional al grado de participación el día de los comicios.
No cabe duda, que en el abstencionismo no solo significa dejar de votar, resaltando que el abstencionismo es un fenómeno natural de las democracias republicanas liberales en una jornada electoral, ya que la ciudadanía no está obligada a votar, sino también es la libertad de hacer un uso radical de su libertad de voto. Es importante precisar que no votar tiene muchos significados, puede ser porque la ciudadanía no se siente representada o no tienen una conducta electoral predeterminada y además los que no ejercen el voto por infinidad de razones circunstanciales.
El voto sin educación política, no cuesta tan solo una despensa o una dadiva, el costo de no salir a votar tiene un precio, pero el costo de no votar de manera responsable, razonable y con conocimiento, nos puede salir muy caro y puede ser contraproducente para la sociedad.
La democracia es el mejor sistema político de gobierno y; por supuesto mantenerlo tiene un costo, pero como explicaba anteriormente, si los ciudadanos salen a votar el costo se reduce y si salen a votar conscientemente por una opción política, ganamos todos.