¿La obligación de un gobernante de servir, es para toda la ciudadanía?

Francisco Hurtado Delgado

Un gobierno federal debe gobernar, sin distingos, a todos los ciudadanos de una nación, pero ¿Por qué se polarizan algunos países en razón de algunos gobernantes?

Norberto Bobbio en su obra “El futuro de la democracia” destaca particularmente de un gobierno democrático, que deben existir criterios para calibrar a la democracia y para poder tener visibilidad del poder. Es más, describe que la democracia es el gobierno que se presenta ante los ojos de todos. También es de resaltar que la democracia es «el gobierno del poder público en público», donde se entiende por poder público lo opuesto a poder privado, en tanto que por la segunda acepción lo contrario a lo oculto.

En otras palabras: la democracia se opone al ejercicio oculto del poder político. En las asambleas democráticas, como se dieron en la antigua Grecia, todos los participantes se veían a plena luz del sol y cotidianamente. Nada permanecía en la oscuridad. Desde que apareció la democracia, una de sus reglas básicas es la máxima publicidad, mientras que el secreto es la excepción. En el tema de la visibilidad del poder se inscribe, desde luego, el de la opinión pública.

En un estado democrático debe distinguirse por ser incluyente, porque una vez declarado un gobernante ejecutivo triunfador de la elección de origen, debe servir a sus gobernados no importando la ideología, religión, cultura, religión, sexo, pobres, ricos, en fin debe resaltar la esencia de la democracia; es decir, deber ser un gobierno puesto por la ciudadanía, de la ciudadanía y para la ciudadanía.

Vale la pena insistir que las principales características de los gobiernos democráticos están asociadas a la idea de igualdad, libertad, participación, soberanía, justicia e inclusión.

En síntesis, un gobierno democrático debe velar por la inclusión de todos los habitantes y garantizar la igualdad de oportunidades y beneficios para todos ellos, sin excepción alguna. En estos momentos de crisis mundial la mejor receta es la unidad y no fomentar la división en aras de un interés político.