El Cuau en la frivolidad y Ulises en el gobierno

Por José Luis Garcitapia

Cuauhtémoc Blanco Bravo se alista para emitir el próximo 13 de febrero “un mensaje” con motivo de su primer informe de gobierno, en el que habrá de “destacar las principales acciones y logros a favor de la ciudadanía” y que “la seguridad pública sigue siendo el punto donde se pondrá mayor atención” en 2020.

Mientras eso sucede El Cuau, como se le conoce por su paso por el futbol, celebró su cumpleaños 47 y para ello convirtió el Salón Bicentenario del nuevamente “Palacio de Gobierno” en salón de fiestas, con mariachi y todo, en donde sólo hubo invitados VIP, pero no todos los funcionarios de primer y segundo niveles por la pugna interna que persiste en su gabinete.

Cabe señalar que por mandato constitucional el gobernador del estado tiene la obligación de rendir un informe de gobierno por cada ejercicio anual de su gestión, pero en el caso de Cuauhtémoc Blanco sólo podemos decir que en casi la mitad de los días de su corta gestión no tuvo actividades ni eventos públicos, según reveló la organización Morelos Rinde Cuentas.

En contraste, nos enteramos de los viajes que hizo a Estados Unidos y Brasil, sus cáscaras con los amigos y las leyendas del América; su ausencia en más del 80 por ciento de las sesiones de la Mesa de Coordinación en materia de seguridad -lo que habla de la seriedad y prioridad que le da al tema-; y de su desinterés por los problemas que aquejan a los morelenses, culpando a la administración anterior de los que hoy sucede Morelos.

Por cierto, hoy Morelos está entre los estados más violentos del país, como más de mil asesinatos en 2019 -sólo en la administración de El Cuau han sido muertos más de 1,200 personas-; está en el tercer lugar en materia de secuestro y extorsión y en el segundo lugar en feminicidios. Y los indicadores económicos van en caída libre, en perjuicio de los morelenses.

Mientras esto sucede, y El Cuau sigue en sus frivolidades, Morelos está a un paso de la ingobernabilidad. El Poder Ejecutivo, dividido en dos grupos, navega sin rumbo ni estrategia; el Poder Judicial confrontado con el Ejecutivo, que quiere imponer a incondicionales; y el Poder Legislativo paralizado, sin poder sesionar y afectando a todo el estado.

En esta crisis política, que nos lleva a la ingobernabilidad y al caos, está la mano de Ulises Bravo Molina, el hermano incómodo de Cuauhtémoc Blanco Bravo. Ha sido documentada su presencia en reuniones de gabinete, encuentros públicos y privados con diputados locales, dirigentes sociales y profesionistas, tirando línea para que se hagan cosas a su modo y dejando en claro que es el hombre fuerte del Gobierno.

Ulises Bravo desterró a José Manuel Sanz Rivera, así como otros funcionarios que se sumaron al gobierno desde distintos orígenes políticos y económicos, del círculo de confianza de El Cuau y ha logrado colocar en posiciones clave, principalmente en aquellas en materia de adquisiciones y contratos, a personas de su confianza, así como familiares.

Aquí un ejemplo -publicado en el portal “Nuevo México Plural”– del poder de Ulises Bravo como hombre fuerte del Gobierno del Estado:

“Kalan Agente de Seguros y de Fianzas, S. A. de C. V., sin haber ganado la licitación, y sólo por mantener presuntos nexos con Ulises Bravo, hermano del gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, obtuvo un contrato por 67 millones 555 mil pesos, para asegurar los vehículos y a más de 17 mil trabajadores de la administración estatal, a partir de diciembre de 2019 y el ejercicio fiscal 2020”.

“De acuerdo con el oficio No. SA/DGGA/1098/2019 firmado por la C.P. Sofía Adriana Espinosa Urbano, Directora General de Gestión Administrativa Institucional del Gobierno de Morelos, adscrita a la Secretaría de Administración a cargo de Minerva Zavala Zúñiga, a partir del 4 de noviembre de 2019, se dio inicio formal al proceso de contratación del programa de aseguramiento de las pólizas para protección del parque vehicular, así como del personal del Poder Ejecutivo Central desde diciembre y el ejercicio fiscal 2020”.

“Lo anterior significa que la plantilla de trabajadores realizó sus actividades con la gestión de Blanco Bravo a partir del 1 de octubre de 2019 y hasta noviembre del mismo año sin estar asegurados”.

“De esta forma quedaron sin cubrirse los 177 casos de siniestros, de los cuales destacan cinco de personal activo (muerte natural), cuya suma asegurada asciende a 295 mil pesos; 50 dentro del sector policiaco cuyo monto es de 590 mil pesos que tampoco se pagaron. Para el caso de los jubilados y pensionados se registraron 120 siniestros, cuya suma ascendió a los 295 mil pesos, en donde resaltó el caso de dos escoltas cuyo monto llegó a los 590 mil pesos, que tampoco fueron cubiertos por la falta de pólizas”.

Qué sigue. Si bien esto debería ser investigado por la Entidad Superior de Auditoria y Fiscalización o denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción, lo cierto es que, por el momento, no va a suceder nada, por la crisis política y parálisis que viven los Poderes del Estado y generada por Ulises Bravo, que en este 2020 va por el poder total.

Ante ello, hay quienes prevén la caída de José Manuel Sanz Rivera antes de que Cuauhtémoc Blanco presente su primer informe de gobierno, dejando el camino libre a Ulises Bravo para hacer y deshacer.

Otros consideran necesarios los cambios en el Gabinete y la definición de una estrategia y políticas públicas que le den rumbo a la administración, antes que Morelos estalle y desde el centro del país se tome la decisión de actuar en contra de Blanco Bravo.

Lo cierto es que Cuauhtémoc no gobierna ni toma decisiones y Ulises cogobierna y sí toma decisiones.

@PepeGarcitapia

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