Perspectiva
Psicosis y violencia
Por Marcos Pineda
Las amenazas contra funcionarios de gobierno, mandos policíacos e instituciones públicas acompañadas de continuos sucesos de violencia homicida están generando un ambiente de psicosis. Las comunidades padecen cada vez más miedo y angustias por lo que pueda suceder en las calles, franco temor a encontrarse presentes cuando ocurra algún ataque armado.
Es cierto que el que nada debe nada teme contra su persona en lo particular, pero no es así cuando se considera que hay gente amenazada por la delincuencia, a través de actos de extorsión, por ejemplo, cuando las ejecuciones se producen en la vía pública o en lugares muy concurridos, a cualquier hora del día, cuando la delincuencia amenaza con atacar a las instituciones o a quienes las representan y de antemano se disculpa por las afectaciones que puedan haber para inocentes.
Hay quienes están tratando de evitar lugares públicos, restaurantes y hasta las propias calles todo lo que pueden, otros que a pesar del miedo salen porque no tienen más opción que cumplir con sus deberes cotidianos y también quienes sí van a dónde sea y a la hora que sea, bajo el argumento de que ni modo que se queden encerrados en sus casas. Particularmente, así piensan los más jóvenes.
Hechos como el motín en el penal de Atlacholoaya, los ataques armados contra policías, las mantas en que se profieren fuertes amenazas y se acusa a funcionarios de estar involucrados con el crimen organizado, ejecuciones en lugares muy transitados y a plena luz del día, el reconocimiento de parte de los empresarios y comerciantes que si no han denunciado las extorsiones de que muchos de ellos son víctimas es por temor a sufrir represalias, contribuyen a la formación de una psicosis cada vez más intensa.
A diferencia del gobierno federal que impulsa un estrategia para la pacificación, le vaya funcionar o no, tiene al menos una estrategia que articula acciones a corto plazo y largo plazo, pero que espera tenga resultados en el futuro, aquí no vemos estrategia, como sí la hay en otras entidades de la federación. A lo más, hemos escuchado al gobernador formal, Cuauhtémoc Blanco “El Cuau”, estar esperanzado a que la estrategia federal y el apoyo de la Guardia Nacional le resuelvan el problema. Y así, en materia de seguridad, como en todas las demás áreas de la vida pública, vamos navegando sin rumbo.
Para iniciados
La salida de la mesa de seguridad de José Manuel Sanz Rivera, el español avecindado en México que todavía ocupa el cargo de jefe de la oficina de la gubernatura, puede tener varias interpretaciones. Una es que “El Cuau” quiere protegerlo del desgaste que significa estar dando la cara y mejor dedicarlo al cuidado de intereses y negocios políticos. Otra, es que ya se dio cuenta de que Sanz ni sabe sobre seguridad y no tiene la capacidad para dar resultados en ese rubro y prefiere dejar ese tema fuera de la oficina de su manager. Y una tercera, que Sanz está perdiendo la batalla política contra el hermano del futbolista retirado, Ulises, y el secretario de gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas, en la que se están jugando el control de los recursos y el ejercicio en la práctica del poder gubernamental.
La información es PODER!!!
Que tengan un excelente día.