Francisco Hurtado Delgado
Los recortes presupuestales que ha sufrido la administración pública han impactado significativamente, a la cultura, a la agricultura, al desarrollo rural, a los organismos autónomos (INE, SCJN, etc.) a la investigación, a la educación, a la salud, a los emprendedores, a los municipios; en fin, es poco tiempo para saberlo, aunque hay algunos datos que muestran que no han resultado los recortes a lo que se esperaba. Hay una premisa que no debe de olvidarse, todas las acciones y propuestas realizadas, deben ajustarse a los mandatos de la Constitución y deben concordar con el estado de derecho. O ¿Acaso con estas reducciones se considera disminuir la corrupción y la impunidad? ¿Se considera efectiva la estrategia económica aplicada por las autoridades?
La igualdad es un elemento esencial en una democracia, pero como dice un dicho coloquial mexicano, “no podemos cubrir con la cobija a unos para destapar a otros”; lo anterior es una escena de la película real que vive hoy México, mientras se benefician con programas sociales a unos, se afectan a otros porque se les resta beneficio colectivo.
Enfoco el presente análisis a la afectación e impacto que sufren y sufrirán los municipios.
Las autoridades municipales son las más cercanas a la ciudadanía, conocen principalmente la problemática de las comunidades, en conclusión el municipio es el orden de gobierno más vinculante a los gobernados y es quien recibe la gran mayoría de las demandas sociales; razón por la que el recorte económico que han sufrido los municipios este año, está causando un freno al desarrollo económico, paralizando la inversión, la inseguridad se ha desatado y los servicios básicos municipales brillan por la ausencia en gran parte de los territorios municipales.
Pese a todo ello, los municipios siguen siendo instituciones débiles en contraste con el gobierno central, son entidades limitadas en su autonomía y con grandes carencias de recursos económicos, lo que dificulta sustancialmente su gestión; lo anterior contradice lo establecido en el artículo 115 constitucional y otras leyes secundarias, que plantean las bases para avanzar en la autonomía política, financiera y de gestión. En ese sentido los filósofos como Habermas, Rawls, Alexi, Nino y Raz coinciden en la idea de que la autonomía es central para la práctica de una administración moderna, así como para la filosofía jurídica y para el Derecho, con lo cual constituyen un fundamento normativo para el Estado constitucional, en particular a través de las ideas de autonomía política, de autonomía individual o personal y de dignidad humana.
No hay que olvidar que los municipios son clave para ampliar la democracia y promover el desarrollo económico y social. Son el instrumento esencial para hacer funcionar la democracia local y hacerla más participativa. El vínculo de autoridad municipal y gobernado, me parece, es determinante para lograr la maximización del bienestar social; es por ello, que se deben fortalecer financieramente y establecer controles sustantivos de transparencia y rendición de cuentas, hacer valer realmente la autonomía y efectividad del respeto a los votantes que eligen una autoridad municipal libre y que, además, ofrezcan una gobernanza para el bienestar colectivo.