Por Miguel Ángel Isidro

Pues qué bueno que se va a hacer el Aeropuerto de Santa Lucía.

Si eso hace feliz a la gente, qué bueno.

Honestamente a mí la idea de un aeropuerto se me hacía cara e innecesaria desde que la propuso Peña Nieto.

Y es que cuando pienso en las 10 cosas que más le urgen a México, no me pasa por la cabeza un aeropuerto. Ni en Texcoco ni en ningún otro lugar. Creo que ni siquiera lo ubicaría entre las 20 prioridades nacionales.

Si el tema es incentivar la inversión y resolver la saturación del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, había una opción, a mi juicio más viable: descentralizar las operaciones civiles a Toluca y Cuernavaca (aeropuertos que necesitan de mejoras sustenciales) y remitir las operaciones de carga a Santa Lucía, en un enclave aduanal resguardado por el Ejército.

Pero en fin, si Santa Lucía les llena el vaso, pues… sírvanse.

Si el chiste era cebarle el negocio a Peña y sus secuaces… pues que bien.

¿Es eso garantía de que no habrá otros vivales llenándose los bolsillos?

Es pregunta.

Pero en fin, ojalá que la inseguridad se resuelva con pistas aéreas y la gente salga de su pobreza por cada aeronave que despegue o aterriza.

Dijeran las abuelas… “cómprense calzones”.

Twitter: @miguelisidro

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