El reclamo presidencial
Perspectiva
Por Marcos Pineda
Las señales de que Cuauhtémoc Blanco está cayendo de la gracia del presidente de la República tienen fundamentos claros. Por un lado, ya está pesando demasiado su fracaso como gobernador de Morelos. Y por otro lado, su militancia en el Partido Encuentro Social y su apoyo a Hugo Eric Flores para crear un nuevo partido de oposición, el Partido Encuentro Solidario, no son compatibles con el proyecto de la Cuarta Trasformación de López Obrador. Es más, en ambos casos, tienen más afectaciones negativas que positivas rumbo al proceso electoral de 2021.
La imagen pública de “El Cuau”, de acuerdo a las más recientes encuestas no podría estar peor. Calificado ya por los ciudadanos como el peor de los gobernadores del país, se le considera un mandatario ausente, que deja en manos de otros las actividades de las que él debiera hacerse cargo y que prefiere andar de fiesta que cumpliendo lo que en campaña prometió. Y, como dicen en el mundo deportivo, todo se lo debe a su manager, el español avecindado en México, José Manuel Rivera, junto al ineficiente e inexperto equipo de trabajo que llevó a cobrar en la nómina del Ejecutivo. Y si a eso le suman la balconeada que le dieron los medios nacionales a su hermano, Ulises, pues quedan claros los fundamentos de las severas críticas que se le hacen.
La cereza del pastel no la pusieron los números de las encuestas, que en materia de seguridad, salud, empleo, turismo, inversión y demás lo ponen muy cerca del cero, es decir, reprobado en todo. Pero no. No son esos números los que evidencian a ”El Cuau” como un gobernador fallido que está perdiendo el respaldo del presidente o bien ya lo perdió, sino las balconeadas que le han puesto a nivel nacional, incluso provenientes del equipo más cercano al Ejecutivo y del propio Andrés Manuel.
Fuentes de la Consejería Jurídica de la presidencia de la República confirmaron que el gober amagó con presentar su renuncia, a pesar de que ha recibido todo el respaldo de AMLO y que incluso le sugirieron al presidente tomarle la palabra y aceptar que renunciara y se convocara a nuevas elecciones. También fue exhibido como uno de los beneficiarios de las condonaciones de impuestos a deudores del Sistema Administración Tributaria, en gobiernos anteriores, lo que fue duramente criticado por el propio presidente. Y finalmente, el pasado sábado, López Obrador reclamó en directo, en sus redes sociales, al gobernador Blanco por pésimo estado de la carretera estatal que comunica al municipio de Axochiapan con el estado de Puebla. El gober Cuau reaccionó y giró instrucciones a su secretario de obras, Fidel Giménez, para que enviaran a trabajar a una brigada de inmediato a la zona desde donde transmitió el presidente, tal como consta en sus respectivas publicaciones de Facebook y Twitter.
Con todo y que trataran de tener una reacción inmediata, Cuauhtémoc y su secretario de obras quedaron evidenciados a nivel nacional por el propio presidente de la República. ¿Acaso todavía hay que esperar algo más para darse cuenta de que “El Cuau” está cayendo de la gracia de Andrés Manuel López Obrador?
Para iniciados
Contrario al informe y al festejo del presidente de la República, a un año de su triunfo electoral, en Morelos el gobierno hizo como que no pasó nada. El primero de octubre no hubo nada que las autoridades, comenzando por el que gobierna en la práctica, José Manuel Sanz, presentara a los ciudadanos como logros del primer año de su administración. Eso sí, estuvieron muy puestos para solicitar un incremento del 8.1% al presupuesto de egresos, mismo que han tratado de mantener oculto, resguardado por la presidenta de la Comisión de Hacienda del Congreso, Rosalina Mazari, que cumplió con un opaco acto protocolario, al parecer defendiendo los intereses del Ejecutivo, pero no los de los morelenses. Para 2019 se autoasignó, Sanz, 211 millones de pesos, ¿en qué lo ha gastado? Quién sabe. ¿A cuánto ascenderá para 2020? Ojalá pronto lo sepamos.
Excelente día y recuerde que…
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