Perspectiva

Por Marcos Pineda

No quiero repetir los datos que ya consignaron, primero el columnista Julio Pilotzi en 24horas.mx y luego diferentes medios escritos y electrónicos, sobre la carpeta de investigación iniciada por la Secretaría de la Función Pública del gobierno federal en la que se menciona la participación del actual secretario de Gobierno de Morelos, Pablo Ojeda Cárdenas, como miembro del consejo de administración dos empresas que habrían sido utilizadas por un prestanombres del hoy preso, ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. Esos datos ya están ahí, al alcance quien los quiera consultar.

Lo relevante es que ha trascendido, desde las mismas fuentes del gobierno federal, que las investigaciones continúan y aseguran que está siendo investigado Ojeda Cárdenas. Hay que dejar muy claro que el que esté siendo investigado no indica que sea culpable o no, sino solamente que de la carpeta de investigación se desprenden elementos como para llevar a cabo tales investigaciones. Aunque para algunos ya el mero hecho de aparecer de esa forma sería motivo suficiente para hacer una reflexión sobre su permanencia al frente la cartera que hoy ocupa en Morelos.

Uno de los primeros que cuestionarían su permanencia en el cargo sería precisamente el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pues tal como lo ha sostenido en sus conferencias de prensa matutinas, una persona que esté siendo investigada por actos de corrupción no debe formar parte del gobierno. Que deje su cargo, arregle sus asuntos y si está limpio, pues que regrese, palabras más palabras menos.

Y también es relevante cómo toma el gobernador formal, Cuauhtémoc Blanco, revelaciones como ésta. Simplemente ¿hará caso omiso, esperando que se olvide el tema, que deje de aparecer en los medios de comunicación con el tiempo? ¿Tomará cartas en el asunto y pedirá una explicación a Ojeda y garantías de que en Morelos no habrá sorpresas como las que acontecieron en Veracruz? Muy probablemente Blanco Bravo no vaya a hacer nada. En cualquier caso, serían José Manuel Sanz Rivera, Gerardo Becerra Chávez Hita o el recién designado Roberto Coranguez quienes pudieran tomar cartas en este asunto.

Sin embargo, para decirlo coloquialmente, ¿será posible que los perros sean de veras tan bravos como para que muerdan a los de casa, si es que a Ojeda, y otros que recién llegaron con el nuevo gobierno, se les puede considerar de casa?

Para iniciados

Ayer ya apareció públicamente el gobernador Cuauhtémoc Blanco. Estuvo presente en una reunión de gobernadores, sin hacer una sola aportación relevante y sostuvo algunas reuniones privadas en la Ciudad de México. La más importante de ellas fue con Andrés Manuel López Obrador. En el caso de que apenas se esté enterando el gobernador de lo acontecido en las últimas dos o tres semanas es muy probable que el presidente de la República sí esté enterado, al menos a groso modo, con todo y que haya algún súper delegado que le quisiera ocultar información o dársela de manera sesgada. López Obrador tiene más fuentes de información y sí lee las noticias. ¿Qué le habrá dicho el presidente al gobernador? ¿Habrán tocado temas como el de su notoria y reciente ausencia? ¿Quizá, respetando la autonomía y soberanía de los estados, le habrá dado algunas respetuosas sugerencias y consejos? Sería bueno que nos lo contara el Cuau, ¿no cree usted?

Artículos Relacionados

Deja un comentario