*Nadie es profeta en su tierra
Previo al partido entre los Tuzos y el Club León correspondiente a la Jornada 1 del Apertura 2019 de la Liga MX, el Club Pachuca realizó un emotivo homenaje dedicado a la delantera morelense Mónica Ocampo Medina, emblemática jugadora de la institución hidalguense y de la Selección Nacional Mexicana.
Su nombre es inmortalizado en un palco en el estadio «Huracán» de la Bella Airosa, familiares amigos, compañeras del club acompañaron a la morelense al medio campo, para ser recibida por Jesús Martínez presidente del club Pachuca quien en un emotivo abrazo reconoció su trayectoria de su experimentada delantera.
Antes de arrancar el protocolo del partido de la tarde, Ocampo Medina saltó a la cancha en medio de un pasillo formado por los jugadores albiazules en su honor. Al centro del terreno de juego ya la esperaban para inmortalizar su nombre en uno de los palcos del Estadio Hidalgo.
La ixtleca Mónica es referente del balompié femenil de nuestro país. Viste la camiseta de las Tuzas del Pachuca desde el Torneo de Copa de la Liga MX Femenil, portando el gafete de capitana y siendo la voz fuerte de la escuadra de Hidalgo sobre el campo; al momento suma 51 partidos disputados y ha marcado 38 goles en la Liga MX Femenil. Quien porta el “10” en el dorsal de las Tuzas fue la primera capitana en levantar el trofeo que distingue a las campeonas en el Circuito Rosa.
Vistiendo la camiseta de nuestro representativo nacional también ha lucido una brillante trayectoria. En el 2006, la FIFA, la catalogó como una de las 20 mejores futbolistas del mundo durante ese año. El mismo organismo, distinguió el gol que marcó Ocampo con la Selección Nacional Mexicana ante Inglaterra, en el mundial de Alemania 2011, como el mejor en la historia de los mundiales femeniles en este año.
La calidad, el talento y la trayectoria de Mónica la han convertido en una leyenda del fútbol femenil de nuestro país. Su nombre ya es imborrable de las líneas de la LIGA BBVA MX Femenil y a partir de esta tarde Mónica Ocampo quedará para siempre en el Estadio Hidalgo y en la historia del Club Pachuca.