Perspectiva

Por Marcos Pineda

En el marco del rotundo No al Reemplacamiento, en sus primeros cien días de gobierno Cuauhtémoc Blanco ha tenido que sufrir marcadas derrotas tácticas en el terreno político. Si la responsabilidad de haberlas sufrido es o no atribuible a su jefe de la oficina de la gubernatura, José Manuel Sáenz, o de otros miembros de su equipo cercano es un asunto que deben tratar ellos al interior. Lo cierto es que esas derrotas son evidentes, tienen y tendrán repercusiones en la gestión de gobierno, la percepción de los ciudadanos de la administración del gobernador y, lo más importante, en los resultados concretos que afecten, para bien o para mal, a la sociedad morelense.

En concreto, las derrotas son las siguientes: Primero, no logró destituir a los fiscales, general y anticorrupción. Segundo, no logró evitar que Antonio Villalobos asumiera el cargo de presidente municipal de Cuernavaca. Tercero, no logró que el prepuesto de 2019 le permitiera manejar los recursos públicos sin tener que pedir la autorización del Congreso.

Vale destacar que de haber logrado cualquiera de estas tres, habría significado a la vez la violación de diferentes normas constitucionales, especialmente las que contiene el artículo 115 de la Constitución General de la República y, que por tanto, podrían haber sido objeto de impugnación en tribunales.

Van a haber varios inconformes con estas derrotas del gobernador Blanco, porque los negocios que se les prometieron y esperaban a través de ellas no van a ser posibles, o al menos no tan fácil como se los habían pintado: ni la concesión en el tema de la basura, ni la venta de bienes propiedad del estado, ni las transferencias de partidas presupuestales. Ya se les cayeron estos negocios.

Al momento de redactar la Perspectiva de hoy todavía no está resuelto qué sucederá con el tema del reemplacamiento. No sabemos si contará o no con el aval de los diputados. Lo que sí sabemos es que hay una notoria inconformidad de los morelenses con que se lleve a cabo. El costo político de llevar a cabo el reemplacamiento, con o sin el aval del Congreso, sería altísimo. Los diputados que apoyaran el reemplacamiento no podrían hacer nada para evitar que el peso del juicio de los ciudadanos inconformes cayera sobre sus cabezas. Quedarían etiquetados y estigmatizados.

Veremos qué pasa.

Para iniciados
Quienes están saltando de alegría y afirmando que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, cumplió su palabra de que los combustibles bajaran de precio, están rotundamente equivocados. Hoy mismo, AMLO reconoció en su conferencia de prensa que los precios bajaron porque bajaron los precios internacionales, de los que depende el precio al interior de nuestro país. Y dejó claro que será hasta cuando produzcamos nuestros propios combustibles que su promesa de bajar los precios se cumplirá. Cuidado aduladores, porque si los precios internacionales suben, subirán los precios en México y entonces no tendrán manera de defender al presidente. Me canso ganso.

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