*Sólo en la familia natural, producto del matrimonio de un hombre y una mujer, puede haber paz, humanización y amor: Obispo
El obispo Ramón Castro Castro, encabezó la tercera Caminata por la Paz y desde la Catedral de Cuernavaca se pronunció en contra de la violencia, la inseguridad, la corrupción, la deuda pública, los matrimonios gay y el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
Afirmó que Morelos está herido, tiene hambre y sed de justicia y ha sido burlado por quienes tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad y la impartición de justicias; sostuvo que “la radiografía” que tiene del problema es resultado del acompañamiento de la Iglesia al pueblo, no de encuestas ni escritorios.
Se pronunció en contra de “la violencia, la inseguridad, la impunidad, el desempleo, la corrupción, los homicidios, la extorsión, el abuso de autoridad, secuestros, tortura, asaltos a sus domicilios o en las rutas, los abusos de autoridad»; e incluyó la deuda pública.
Indicó que la superación de la violencia solo será posible con el testimonio y una educación para la paz:
“Si queremos responder al mal con la fuerza del bien, tenemos que educarnos para la paz. Esto significa sacar desde dentro, desde lo más íntimo de nuestra mente y nuestro corazón, pensamientos y sentimientos de paz que expresen un lenguaje y gestos de paz”, afirmó.
Afirmó que la paz sólo se puede alcanzar en la familia natural, la fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, porque es el lugar primario de la humanización de las personas y la sociedad y la cuna del amor.
Convocó a defender la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural; y rechazó el término “salud reproductiva”; dijo que hay que llamar las cosas por su nombre: “Nada de salud reproductiva, homicidio y punto”.
Afirmó que sólo en el modelo de familia natural, no en otro, se puede tener una sociedad sana. Por lo que exhortó a proteger “este modelo verdadero de familia” porque “no necesitamos nuevos modelos de familia, necesitamos reforzar el que Dios nos ha dado”.
“Todo lo que contribuya a debilitar la familia, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, o que directa o indirectamente dificulta su disponibilidad para la acogida responsable de la vida, lo que se pone a su derecho de ser la primera responsable de la educación de los hijos, es un impedimento objetivo para el camino de la paz”, advirtió.
El obispo Ramón Castro recurrió a la Biblia y las expresiones del papa Benedicto: “El compromiso por la paz nace del respeto por la vida, el compromiso por la paz, tan fundamental en un mundo desgarrado por la violencia, comienza por el respeto incondicional de la vida del hombre, desde su concepción hasta su muerte natural”.
Así, agregó, que si “queremos la paz defendamos la vida. Este binomio paz y vida puede parecer casi una tautología, un eslogan retórico, pero no lo es; representa una conquista por la que se ha combatido sin cesar a lo largo del camino del progreso humano, un camino que no ha llegado todavía a su meta final”, apuntó.
Llamó a “defender, cuidar y promover la vida… hay que llamar al homicidio por su nombre, el homicidio es un homicidio y las motivaciones políticas o ideológicas, lejos de cambiar su naturaleza, por el contrario, pierden su dignidad propia. Nada de salud reproductiva, homicidio y punto”.
Se estima que participaron entre 8,000 y 10,000 personas en esta movilización, que estuvo plagada por actores de políticos, entre ellos aspirantes a la gubernatura del estado; algunos se tomaron imágenes caminado por las calles y posteriormente decidieron retirarse antes del mensaje del jerarca católico.