El gobernador Graco Ramírez afirmó que Morelos impulsa un Modelo de Educación Especial incluyente, que garantiza a las personas con discapacidad el acceso al conocimiento, y con ello la posibilidad de una mejor vida.
Anunció que acordó con el secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, que en Morelos se formarán los nuevos profesionales para la atención de sordomudos e invidentes, así como personas con otras discapacidades, con base en el Modelo de Educación Especial impulsado por su gobierno.
En este sentido, informó que en Morelos jóvenes con discapacidad estudian en escuelas y universidades públicas de nivel Medio y Superior, y reiteró: “La educación es la mejor inversión”.
Al inaugurar el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) junto con las presidentas del Sistema DIF, nacional y estatal, Angélica Rivera y Elena Cepeda, respectivamente, Graco Ramírez sostuvo que un cambio educativo que no incluye no le sirve al país.
“Porque simplemente está trabajando sobre los que pueden; hay que trabajar con los que tienen dificultad para que puedan acceder al conocimiento, y este es el concepto de educación especial del CREE”, puntualizó.
Afirmó que la Escuela de Educación Especial del CREE jugará un papel importante en la atención e inclusión de las personas con discapacidad a la educación y la formación de técnicos especializados.
“Aquí vamos a formar, por lo menos en el Centro del país, a los técnicos que van a atender al sordomudo, al invidente, al que tiene una discapacidad para que tenga acceso al conocimiento, para que la educación no le sea ajena. Puede tener la discapacidad, pero no está negado para comprender, saber, aprender y ser otra persona en su vida. Ese es el valor de este gran centro”, señaló.
Graco Ramírez reconoció la labor de Elena Cepeda, presidenta del Sistema DIF Morelos porque transformó los albergues de los niños en condiciones de violencia en espacios de convivencia y desarrollo en los que se garantiza su derecho a la educación.
Precisó que los menores que estaban en los albergues sufrían el encierro y un trato no adecuado mientras se resolvía su situación jurídica, lo que implicaba una revictimización.
“Hicimos un compromiso (con ellos) incorporamos ahí: El concepto de escuela, porque los niños estaban encerrados mientras estaba su proceso legal, como víctimas. Hoy, tienen escuela, tienen matrícula escolar, se están capacitando y salen a la vida en otra condición, con educación. Por eso queremos que la educación especial se haga aquí”.