*La incorporación de todas las corporaciones a un solo mando evitó se concretaran 17 plagios
En el marco del VI Congreso Internacional de Lucha Contra el Secuestro y la Extorsión, el titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), Alberto Capella Ibarra, propuso sumar a las policías preventivas al combate al delito de secuestro como lo hizo Morelos y que permitió reducir la incidencia de este delito casi un 80 por ciento.
“No es únicamente darle y endosarle la responsabilidad a la unidades especializadas contra secuestro. Es involucrar desde un principio a las autoridades preventivas, que son reactivas también al momento que se da un delito de cualquier índole, para que en los minutos posteriores a la privación de la libertad de las personas se puedan establecer protocolos de operación policial para ahogar las posibles vialidades de huida de los secuestradores con la víctima”, explicó.
Operativos de este tipo, en lo que se alerta a la policías preventivas, permitió en Morelos el rescate inmediato de 17 víctimas, informó a los representantes de 25 naciones y 32 unidades anti-secuestro del país que acudieron a dicho Congreso Internacional, que por primera vez se llevó a cabo fuera de Colombia.
El comisionado Alberto Capella llamó dejar atrás la visión de que el combate del secuestro es responsabilidad exclusiva de las procuradurías y fiscalías, a través de sus unidades especializadas, e involucrar a las fuerzas policiacas locales que llevan a cabo tareas de prevención y reacción.
“Si logramos establecer y tener ojos, estrategias y protocolos policiacos en todas y cada una de la regiones de nuestras jurisdicciones, yo estoy convencido que podemos abonar muchísimo (al combate) y, sobre todo, que sepan los delincuentes que hay instituciones que reaccionan y que no traen ellos el sartén por el mango”, indicó.
Agregó que la participación de estos elementos y la existencia de protocolos específicos implicarán una mayor capacidad de reacción al momento de que es reportado un secuestro. Indicó que países con una estructura policial vertical, como es el caso de Colombia con su Policía Nacional, actúan con mayor eficiencia.
Sin embargo, en el caso de México, en donde existen mil 800 policías municipales y estatales preventivas, “cada quien hace lo que quiere, cada quien tiene y entiende los protocolos como quiere, y cada tres o seis años están cambiando jefes policiacos, en el mejor de los escenarios, y eso, evidentemente, restringe cualquier posibilidad de darle continuidad a procesos estratégicos de mediano y largo plazo.
Eso es desastroso para las instituciones, un caldo de cultivo y escenario perfecto para las bandas de delincuentes”, finalizó.