Benjamín Nava Boyás
*Necesario también certificar saberes adquiridos en forma empírica
La desocupación y el subempleo que enfrentan los profesionistas en México no se debe sólo a la falta de vacantes: inexperiencia, carencia de habilidades específicas, problemas para trabajar en equipo, son los principales obstáculos que deben salvar licenciados e ingenieros que buscan empleo.
Sólo 40 de cada 100 profesionistas en México tienen un empleo relacionado con su formación universitaria, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del tercer trimestre de 2015.
Por otra parte, encuestas entre recién egresados de universidad, indican que de diez vacantes, cuatro no son cubiertas porque a los aspirantes les falta experiencia o habilidades específicas, entre otras características que les permitirían sobresalir del resto.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) advierte de los inconvenientes que enfrentan los profesionistas, ya que no se limitan a la carencia de trabajo, pues también les frena no dominar un segundo idioma o no cuenten con un conocimiento específico que la empresa exige.
El Sistema Nacional del Empleo (SNE) señala que hace una década los médicos, ingenieros, psicólogos, maestros, diseñadores, filósofos, abogados o químicos no tenían la necesidad de saber procesos administrativos o diseñar estrategias comerciales. Ahora ya son obsoletos si no tienen alguna de esas especialidades.
En México, sí existen oportunidades de trabajo para los profesionistas, pero les falta valor agregado. Las universidades se quedan rezagadas ante los avances tecnológicos y del mercado. Por lo que en Morelos y el país se requieren de organismos y centros de capacitación que impartan habilidades específicas, como las mencionadas, a recién egresados.
Como también es imprescindible que profesionales, con o sin carrera, se evalúen y certifiquen en sus respectivas especialidades, puesto que en la actualidad la experiencia académica o práctica, requieren de ser certificadas para reconocer la experiencia de personas sin carrera universitaria, pero de amplios conocimientos en su trabajo o especialidad.